Dicen que los sueños se cumplen, solo hay que luchar por ellos. Pese a que este dicho a veces no llega a hacerse realidad, la perseverancia y el esfuerzo ayudan a estar más cerca del objetivo. Esta es la filosofía de vida del joven deportista Roberto, que se ha convertido en un referente en la localidad por su gran capacidad de superación.
Tal y como cuenta Roberto, el deporte es algo que siempre le ha dado vida, de hecho, lo practica desde que tiene uso de razón. Perderse por los preciosos senderos de su querida Villanueva del Trabuco es una de sus actividades favoritas, ya que le permite conocer rincones escondidos donde se siente mejor consigo mismo.
Su diversidad funcional no le ha hecho dejar de lado el deporte, más bien todo lo contrario. Sobre su bicicleta, caminando por las sierras o haciendo calistenia. No hay actividad que se le resista al joven Roberto, que sueña algún día con poder practicarlo de manera profesional y poder competir en categorías superiores.
En una sociedad que avanza cada vez más hacia la integración y la inclusión de todas las personas, son muchas las que encuentran en el deporte su refugio particular. Su historia, de superación y reinvención constante, ha conseguido inspirar a todos los trabuqueños, que decidieron otorgarle en 2012 el título de ‘Deportista del Año’, por ser ejemplo de que la mayor fuerza es la voluntad humana. “Fue un momento de orgullo porque se reconoció todo mi esfuerzo”.
La energía, tal y como explica Roberto, la saca gracias a la ilusión y al apoyo incondicional de todos aquellos que creen en él y que lo ayudan a superarse día a día. Junto con su bici, su fiel compañera, el joven deportista avanza en busca de nuevas aventuras y retos que superar.
Pese a que no ha sido un camino de rosas y hay veces en las que pensó tirar la toalla, comprende que hay gente que aún se siente cohibida a la hora de ser quiénes son en total libertad, debido a los prejuicios que se pueda tener sobre ellos. “La mirada del otro muchas veces nos coacciona y nos pone en un lugar que no merecemos”. Sin embargo, “estas son barreras que hay que derribar, y que poco a poco se va haciendo”. “Me he encontrado con muchos obstáculos, demasiados. Cuando empecé a practicar fútbol había reticencias por parte de algunos padres, eso fue lo peor”.
Roberto, de tan solo 18 años, cuenta que su pasión por el deporte no se limita únicamente a competir contra los demás, sino que es una prueba de superación individual, una batalla por ser mejor cada día. Ni sus 12 intervenciones quirúrgicas, debido a la hidrocefalia que padece, le han impedido luchar por lo que más quiere y convertirse en una verdadera inspiración para todo aquel que conoce su historia. “Desde pequeño he luchado y trabajado mucho en terapias y rehabilitación con ejercicios duros e interminables”, comenta Roberto añadiendo que “soy muy cabezón, y eso me sirve para lugar día a día e intentar superar los retos que me pone la vida”.
Uno de los pilares en la vida de Roberto es su familia, que se siente orgullosa del afán de superación del joven trabuqueño. “Para nosotros, Roberto es alguien muy especial, siempre nos está dando lecciones de superación y valía”, explica la madre del joven. “Es una persona que se hace querer porque todo el mundo ve el mérito de todo lo que hace y cómo se supera día a día en los obstáculos que le pone la vida”.
La vida de Roberto es, sin duda, un ejemplo de valentía y fortaleza que recuerda que no existe ninguna barrera u obstáculo que pueda impedir cumplir un sueño si se lucha y trabaja por lo que se quiere, con esfuerzo y perseverancia.