Jesús Martínez Labrador, el afamado escultor antequerano y profesor de bellas artes, ha sido galardonado con la prestigiosa Estrella de San Telmo por la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo de Málaga. Un homenaje que resalta no solo su carrera en el arte y la docencia, sino también su calidad humana.
El pasado miércoles 14 de septiembre, la sala de la Aduana estaba abarrotada de admiradores, familiares, amigos, y personalidades de las letras en un acto que rindió tributo a Labrador. Nacido en 1950, y asentado en Archidona durante las últimas tres décadas, la trayectoria profesional de Labrador se ha bifurcado entre su amor por la enseñanza como profesor de bellas artes en la Universidad de Granada y su pasión por la escultura, creando maravillosas obras con piedra, el bronce, y el barro.
El alcalde de Archidona, Manolo Almohalla, no quiso perderse el acto. Entre los asistentes también destacaba la presencia de la poeta malagueña María Victoria Atencia. Durante el evento, Labrador fue arropado y aplaudido al recibir este reconocimiento por parte de la academia.
Sin embargo, es imprescindible mencionar que detrás de la estrella de la escultura yace una dimensión aún más grande, su faceta humana. Como padre de dos hijas, Jesús es conocido por ser un “amigo de sus amigos”, conquistando corazones con sus sonetos, muchos de los cuales han sido escritos en simples servilletas.
Además, su hogar ha sido sede de múltiples encuentros musicales, entre troveros, durante el famoso festival en la vecina Villanueva de Tapia. También es memorable su admiración por el poeta D. Antonio Gamoneda, o esas charlas sobre lo terrenal o lo divino, en incontables noches en el “El Bar Central”.
Hoy, las obras de Labrador se encuentran en destacados espacios alrededor del mundo, testimoniando una vida dedicada al arte.