El pasado 18 de noviembre, Archidona se vistió de gala para acoger un evento que ha dejado una huella imborrable en el ámbito local y cultural. El festival ‘Afterlife’, organizado por la empresa local “Wakafest” y respaldado por el área de Juventud del Ayuntamiento de Archidona, congregó a más de mil jóvenes en una celebración que trascendió la mera diversión. La carpa del recinto ferial de Archidona, transformada para la ocasión, se convirtió en el epicentro de un espectáculo temático que atrajo a ciudadanos de todos los municipios cercanos.
Este evento, sucesor del exitoso ‘WakaFest’ celebrado el pasado 15 de julio, ofreció una nueva oportunidad para los entusiastas de la música electrónica. La joven empresa archidonesa ‘Kikiwaka’ estuvo al frente de esta iniciativa, que contó una vez más con el apoyo del Ayuntamiento.
Isabel Astorga Luque, concejala de Asuntos de Igualdad, Fiestas y Juventud, resaltó la normalidad y seguridad con la que se desarrolló el evento, sin incidentes destacables. “Estamos contentos con la celebración de este evento en plenas garantías de seguridad sin registrar ningún incidente. Además, y siguiendo nuestro compromiso abordado en sesión Plenaria, hemos logrado tener un ‘Punto Violeta’ en esta cita con la juventud”, afirmó Astorga. Su agradecimiento se extendió a la Diputación de Málaga por su colaboración en establecer este punto de información y sensibilización ante cualquier agresión sexista.
Los ‘Puntos Violetas’, también conocidos como puntos morados, son espacios dedicados a la atención, información y ayuda a víctimas de cualquier tipo de agresión sexista. Estos puntos son un símbolo de la lucha contra la violencia de género y representan un esfuerzo por sensibilizar y visibilizar ante la sociedad las agresiones sexistas, especialmente en contextos festivos.
El festival ‘Afterlife’ no solo fue una plataforma para el disfrute de la música electrónica, sino también un escenario para reafirmar el compromiso social y la conciencia ciudadana. La colaboración entre la iniciativa privada y las instituciones locales demostró ser un modelo eficaz para crear eventos que no solo entretienen, sino que también educan y sensibilizan. La juventud de Archidona y sus alrededores vivió una experiencia que combinó lo mejor del entretenimiento con un mensaje de responsabilidad social, estableciendo un precedente para futuras iniciativas en la comarca.