La estación de penitencia de la cofradía de Los Estudiantes puso pintó de negro y verde las calles de Antequera en la única procesión de las cabeceras de comarca del norte de Málaga del Lunes. El cortejo partió de San Francisco sobre las seis y media de la tarde en medio de la algarabía de una multitud ávida de volver a ver los titulares de la hermandad del Lunes Santo.  

La archicofradía iniciaba su recorrido tras haber realizado el pasado Viernes de Dolores el viacrucis con el Nazareno de la Sangre hasta el cerro de la Veracruz. Una tradición que se recuperó hace algunos años y que se realiza cada lustro. Por lo que no se podrá disfrutar hasta 2020.

El Nazareno de la Sangre abrió la procesión, único Cristo que en la Semana Santa de Antequera desfila bajo palio, con la talla de 1580, creada por Diego de Vega. La cruz estrena los remates de plata con flores de lis y los dos medallones centrales.

Por su parte, el Santo Cristo Verde, acompañado por la Banda de Música de Casabermeja, ocupa el ecuador del cortejo procesional, siendo el Cristo más antiguo que procesiona en la Semana Santa de Antequera. El arriba de este trono ha sido dedicado a Puri Campos Alcalá, camarera del sagrado titular, que fallecía nueve días después de la Semana de Pasión de 2014, en las puertas de cumplir sus bodas de oro en dicho cargo. Desde este año sus hijas son las encargadas de dicha labor.

La procesión cerraba con la Virgen de la Vera Cruz. Hermosa talla que este año cumple 401 años, cuyos pasos han sido acompañados por la Banda de Música Vera Cruz de Almogía.
El trono estrena el dorado de las bases de varal del palio, siendo el último año que la talla saldrá con el palio actual, estrenando el próximo año nuevo proyecto, que fue aprobado en cabildo la pasada cuaresma.

Uno de los momentos álgidos de la procesión fue el paso por calle Duranes donde las imágenes fueron mecidas al son de las marchas procesionales y se produjo un intenso momento entre los devotos que cangrejearon durante la misma.

Al llegar a su templo pasadas las doce de la noche, se volvió a producir un encuentro último ya tradicional donde el Nazareno de la Sangre realizó un giro casi imposible en el interior del templo franciscano para después encontrarse con Nuestra Señora de la Veracruz.
Al son de la música procesional los dos tronos pusieron, de esta manera,  fin a la noche estudiantil antequerana del Lunes Santo.

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