Decepción es la palabra con la que los aficionados antequeranos recibieron el empate final en el duelo antequerano-gallego que medía a los dos conjuntos que hace seis meses se disputaban, a cara de perro, una plaza en la DHB en la fase de ascenso celebrada en Antequera.

En esta ocasión un partido de similares características a aquel con dos periodos bien opuestos. Mientras la salida de los de Eduardo Izquierdo hizo albergar grandes esperanzas de tener un partido plácido con parciales que invitaban a pensar en ello, dado que seriedad y disciplina se unieron para barrer literalmente en la primera mitad a un rival sin recursos y dado a errores continuos, especialmente en ataque y propiciados por el buena en defensa y también la aportación de Jorge Villamarín.

Sin en la primera mitad se llegó a marcar hasta un contundente 14-6, en la reanudación la respuesta del Chapela basada en una doble defensa sobre la primera línea antequerana empezó a crear demasiados problemas a éstos que sin saber reaccionar, poco a poco fueron perdiendo ritmo, intensidad y sobre todo confianza.

Al final y tras igualar el cuadro gallego (27-27), a escasos segundos del final, la posesión antequerana no pudo concluir con éxito después de que Mikel Redondo pisara línea lo que dejó un último ataque visitante, con sólo cuatro segundos, que afortunadamente no dio tiempo a crear siquiera jugada.