Dos derrotas consecutivas y una ausencia de peso para los próximos meses como la de Yoel Moreno debido a una inoportuna y grave lesión han cortado un tanto el clima de seguridad y confianza que se respiraba en torno a un Meridiano Antequera que vivió una primera vuelta espectacular pero que sabedor de sus limitaciones debe buscar, cuanto antes, los recursos necesarios, en forma de suma de puntos para conseguir el ansiado objetivo de la salvación.

El duelo ante el BM. Nava era de esos marcados en rojo por aquello de que ganar a un rival en puesto de descenso era como alejar doblemente la posibilidad de verse implicado en problemas, hecho que quedó corroborado de inicio que no iba a ser así. Los de Quino Soler, precipitados y faltos de intensidad y cucyo juego no fluía, salvo en los compases iniciales, siempre se vieron a remolque de un rival limitado pero con jugadores de experiencia que se aprovechando los errores de su rival siempre mandaron en el luminoso decantándose ya el el partido en los últimos compases del primera tiempo (12-17).

Todo fue a peor en la reanudación en la que el equipo antequerano tiró pronto la toalla y se dejó llevar por la inercia de un marcador demasiado contundente en el que Darío Ajo y el ex de Naturhouse, Ismael Juárez, anotaron 19 goles, dejando sin capacidad de reacción a un rival totalmente fuera del partido.

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