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El Museo de la Ciudad de Antequera (MVCA) inauguró ayer su experiencia ‘Realidad Aumentada’, una combinación de imagen real y virtual que se entremezclan para añadir información a la escultura o pintura física, permitiendo de esta forma al visitante interactuar con la obra de arte y su historia.
Desde ayer el MVCA es el único museo de Andalucía que dispone de esta tecnología, siendo a su vez el segundo en España detrás del Museo de Arqueología Subacuática de Cartagena (Murcia).


Para poder disfrutar de la ‘Realidad Aumentada’ sólo es necesario tener un smartphone o tablet y descargarse la aplicación gratuita AURASMA, esto último se puede hacer en el mismo museo usando su red de wi-fi abierta.

Asistidos por sus teléfonos, los visitantes del MVCA podrán ver como más de 30 imágenes cobran vida. El director del MVCA, Manuel Romero, y el responsable técnico del proyecto, Fernando García, fueron los encargados de explicar y guiar a casi el medio centenar de visitantes cómo funcionaba AURASMA.

En total, los «nuevos tesoros del museo» como los definió Romero, son 19 esculturas, cinco personajes virtuales y siete cuadros los que constituyen esta Realidad Aumentada del MVCA. Un proyecto éste, muy arriesgado, pero también «maravilloso y sorprendente», apuntó la concejal de cultura, Ana Cebrián.

Entre los asistentes que se desplazaron ayer hasta el Coso Viejo, plaza en la que se localiza el museo, estaba Francisco Melero con sus dos hijos, de siete y 12 años. Melero no quiso perder la oportunidad de llevarlos a disfrutar de la Realidad Aumentada porque como él dijo a través de ésta pueden «comprender fácilmente» conceptos que de otra forma serían mucho más «complejos».

Estos dos pequeños, al igual que el resto de visitantes, disfrutaron del nuevo «atractivo» del MVCA, como lo calificó Melero, y pudieron escuchar a la propia Acilia Plecusa narrar su vida mientras paseaba por su tumba. También pudieron ver como la pintura de ‘Tello y Tagzona’ cobraba vida y les explicaba la leyenda de la Peña de los Enamorados o como el propio Romero Robledo les ponía al tanto del contexto social y político en el que fue ministro.

Sin embargo, como Cebrián y Romero aseguraron detrás de esta Realidad Aumentada hay mucho trabajo, tiempo y esfuerzo invertido. Este proyecto empezó con un estudio de público que reveló la ausencia de visitantes jóvenes. Con el objetivo de atraer a este público en 2014 se inició el trabajo, y más de un año después se presentó el proyecto piloto. Ahora, una vez mejorado, la información se puede escuchar en inglés y castellano, se pueden observar esculturas en 3D, como los «cuadros hablan» y como los personajes virtuales narran su historia y la de la obra de arte.

 Detrás de ese trabajo está Fernando García, que detalló que su labor consistió en «adaptar el contenido del museo a la aplicación AURASMA». Esto se traduce, según García, en el modelado 3D o fotogrametría de las esculturas para poder «observar la parte trasera de las piezas expuestas», en la animación por ordenador en el caso de los cuadros, y en la introducción de los personajes virtuales en la museografía.

Pero el MVCA sigue innovando, además de con la Sala de Roma, también lo hará el próximo mes de junio con la presentación en su página web de una visita guiada en 360 grados por sus instalaciones.


El MVCA presenta la Sala de Roma
Media hora antes de que se abriera el público el uso de la ‘Realidad Aumentada’ el MVCA dio a conocer su nuevo espacio museográfico: la Sala de Roma.
Con ésta se continúa el trabajo que se inició con la Sala de la Prehistoria, abierta el pasado año, y que se prolongará con la Sala Medieval que se espera presentar en el 2017.

En la Sala Roma los visitantes pueden encontrar diversas ilustraciones, realizadas por la antequerana Patricia Lara Postigo, que de manera mucho más visual y contextualizada representa aspectos cotidianos de la vida en la época romana. De esta forma, según explicó el director del MVCA, Manuel Romero, se huye de una «museografía fría» y se mejora el «discurso museológico». 

Las ilustraciones de Lara se reparten en diferentes vitrinas y vinilos de papel que muestran diversas escenas: las termas, el tocador, el comedor, el despacho, la cocina e incluso un taller de vidrio y otro de mosaico, aspecto que hace único a este museo.

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