En reconocimiento a su trayectoria profesional, su aportación a la medicina y su calidad humana en el trato con el paciente

El oncólogo archidonés Emilio Alba Conejo recibió en el día de ayer la Medalla de Oro de la Provincia, la más alta distinción que entrega la Diputación de Málaga en reconocimiento a su trayectoria profesional, su aportación a la medicina y su calidad humana en el trato con el paciente, siendo todo un referente en la investigación del cáncer.

Junto a él, fueron reconocidos la cantante Vanesa Martín, el jugador de baloncesto Alberto Díaz, la empresa Prolongo Faccsa y el Real Club Mediterráneo.

Con la Medalla de Oro de la Provincia, la Diputación de Málaga reconoce a personas y entidades que han destacado por sus especiales cualidades, merecimientos, servicios destacados, extraordinarios o excepcionales en beneficio de la provincia.

El presidente, Francisco Salado, felicitó a los homenajeados, los «mejores de entre nosotros, un ejemplo y una motivación, y excelentes embajadores de nuestra tierra, que tienen el cariño de los malagueños», alabó.

Retos de la provincia: agua y transportes

Durante su discurso, el presidente incidió en que la gestión del agua y la movilidad son los retos y los desafíos más urgentes para afrontar el crecimiento de la provincia.

La provincia necesita inversiones urgentes y no sólo ni principalmente en carreteras, sino en trenes. «El Cercanías debe llegar a Alhaurín de la Torre, al Parque Tecnológico y a Cártama. Y desde luego a Antequera ahora que está la infraestructrura. Y, por supuesto, ampliarse en la costa. Es incomprensible e injusto que la Costa del Sol no disponga de conexión ferroviaria hasta Marbella y Estepona. Y resulta igual de absurdo que no se esté estudiando ya la llegada del tren a la Axarquía».

Al respecto, insistió en que habría que aprovechar los fondos europeos para invertir en infraestructuras de transporte público sostenible, porque reducirían drásticamente la huella de carbono, quitarían miles de coches de nuestras carreteras, supondrían un ahorro económico en costes de transporte y mejorarían notablemente la calidad de vida de los malagueños.

En cuanto a la gestión del agua, Salado apuntó la necesidad de llevar a cabo las grandes obras pendientes, como trasvases entre cuencas deficitarias y cuencas excedentarias, ampliación de pantanos, mejoras de las canalizaciones, “y aprovechar hasta la última gota de agua, como está haciendo la Junta llevando el agua depurada a los regantes de la Axarquía”.

En esta línea, recordó que desde la Diputación se está luchando por mejorar el aprovechamiento de los recursos hídricos, alertando sobre las fugas de agua que se producen en las redes municipales e inyectando a los ayuntamientos este año 18 millones de euros para obras hidráulicas y mejoras en el abastecimiento de agua.

Así mismo, precisó que no se puede tirar por la borda, por falta de inversiones, todo lo que se ha avanzado en el sector agroalimentario, del que dependen miles de familias y la mayoría de pueblos pequeños.

“Málaga no sólo es turismo y tecnología. También somos una potencia agroalimentaria, con los subtropicales, con el aceite, con la industria cárnica. Es un sector que genera mucho empleo y riqueza pero que está sufriendo mucho con la sequía. Y hay que ayudarles, no atacarles como se hace desde algunas instancias. La Diputación rechaza frontalmente cualquier intento de criminalización y los ataques y bulos que se están produciendo contra quienes ponen comida en nuestra mesa, contra quienes llenan de productos de primera necesidad nuestros mercados. Pedimos, exigimos, respeto para ellos”.