“Cuando la gente visita el Torcal, me gustaría que sintieran que están viendo un museo único que tiene vida propia”. Esa es la sensación que el responsable del Centro de Visitantes Torcal Alto, Jorge Alegre, quiere transmitir a todos los turistas que pasen por este patrimonio natural de Antequera, que, estando situado en pleno corazón de Andalucía, es todo “un emblema del paisaje cárstico y un referente en toda Europa”.

Y es que, sin duda, las actividades al aire libre están siendo las alternativas de ocio más seguras y demandadas frente a la pandemia. Uno de los programas que más nos ha recomendado Alegre ha sido la visita guiada para unidades familiares, consistente en la disponibilidad de un guía para un único grupo de entre 8 y 15 personas. “Es una opción muy interesante porque rápidamente se pueden juntar primos y hermanos y pasar un día muy bueno por un precio irrisorio”.

Además, la organización ha mantenido desde el inicio de la pandemia las medidas preventivas oportunas, centradas principalmente en la reducción de aforo del centro, que actualmente está abierto solos los fines de semana.

Y es que ante la falta del turismo internacional y de las visitas de los centros educativos, los dos grandes pilares del Centro de Visitantes, desde la organización están intentando focalizar todos los esfuerzos y todos los recursos humanos en los fines de semana “que es cuando podemos tener más afluencia de turismo local y regional”.

En el caso del restaurante, lo han tenido que volver a cerrar porque no hay afluencia de visitantes suficiente que puedan soportar el coste que supone mantener abierto el equipamiento. “Nuestro cliente potencial no es tanto el antequerano porque a la hora de comer suele volver a casa”.

Desde el inicio de la pandemia, las visitas han caído en un 98% ya que “somos el centro de visitantes de Andalucía que más centros educativos recibimos, hablamos de miles de escolares” De unos 300.000 visitantes al año -dato no estadístico- “no creo que hayamos llegado a los 20.000”. La caída ha sido práctica y notoria como en cualquier recurso turístico.

Las visitas han aumentado en los momentos que ha habido más libertad de movilidad, sobre todo en el mes de octubre donde para el Torcal es temporada alta.  El verano en sí suele ser temporada media, pero depende mucho del turismo extranjero y nacional.

Ahora mismo se encuentran diseñando actividades post Covid, pero sin pensar en grandes proyectos porque el propósito para este año es vivir al día a día “no podemos funcionar de otra manera porque todos los programas que hemos pensado se han venido abajo”.

Aunque muchos otros monumentos se están planteando el reto digital y el llegar al turista de forma online, desde el Torcal afirman encontrarse en “standby” ya que visitar virtualmente un espacio natural “no es lo mismo” por ello esperan que “esto remonte de verdad para hacer una campaña de promoción potente para que en el menor tiempo posible recuperemos cierta normalidad”.