Durante el proceso que lleva a obtener la carne de vacuno que comercializa Dcoop, habíamos dejado al animal cebándose: un periodo que se puede prolongar desde el medio año hasta los diez meses, en función del sexo de la res.

Las reses son transportadas cumpliendo con todas las normas relativas al bienestar animal

Cuando el animal supera los 500 kilos en el caso de los machos y 400 kilos en el caso de las hembras, se traslada hasta el matadero para iniciar la fase de sacrificio y faenado de la carne.

Las reses son transportadas cumpliendo con todas las normas relativas al bienestar animal, minimizando en lo posible el estrés. Con ello, además de seguir respetando su cuidado, también se permite que las cualidades de la carne no se vean alteradas.

La legislación establece que los animales sean descargados los antes posible después de su llegada, y si no puede evitarse el retraso de la operación, se les debe proteger de las inclemencias del tiempo y se les proporcionara una ventilación adecuada.

A su llegada al matadero, los animales son ubicados en corrales separados del resto también con el fin de que sufran el mínimo estrés posible.  Igualmente, la normativa vigente indica que durante la descarga no se les puede asustar ni causar agitación. De hecho, está prohibido levantar a los animales asiéndolos por la cabeza, cuernos, orejas, patas o rabo, de tal modo que se les cause un sufrimiento innecesario.

El sacrificio como el resto del proceso, se produce en Andalucía, en mataderos que cumplen con toda la normativa vigente. En estas instalaciones, los animales son aturdidos previamente a su sacrificio y la canal resultante pasada inmediatamente a las cámaras frigoríficas para su maduración. Con ello se busca garantizar sobre todo la terneza de la carne.

Este proceso, que se inicia en el matadero, continuará en la sala de despiece hasta que se produce el faenado de la canal.