Saldado satisfactoriamente el primer escollo en casa de la temporada en un partido rebosante de emociones el Meridiano Antequera volvía a viajar este pasado fin de semana y lo hacía a una de esas canchas que especialmente hasta ahora le habían traído sensaciones adversas caso de la pista segoviana del BM. Nava. Un equipo, un rival y una confrontación que viene siendo habitual entre dos clubs cuya trayectoria se remonta incluso hasta la Primera División categoría que los antequeranos abandornaron un año antes que sus advesarios.

Desde el comienzo el equipo antequerano mostró la garra y la combatividad, especialmente en defensa, que vienen siendo habituales en la presente campaña en la que la mano de Quino Soler, en ese aspecto, se está dejando advertir. El gran desgaste y el esfuerzo colectivo permitieron a los antequeranos mandar en el luminoso y mostrar esa capacidad de lucha que ya desde los comienzos con un 1-4, hacían ver que se podía romper la estadística.

Con 9-10, se llegó al descanso y un gran comienzo de reanudación permitió a los antequeranos irse (12-16), con un magnífico, en labores ofensivas, Francis. Quedaba, en todo caso mucho por decir y los locales tiraron de la veteranía de Villagrán y Camino para, no sólo reducir distancias sino también para ponerse a comandar el partido (18-17). Fue en esos momentos cuando el Meridiano tiró de orgullo y casta para volver a recuperar su mejor fisonomía defensiva para dejar otra vez en unos güarismos ínfimos a un rival que se vio sorprendido en ese tramo de partido por un “siete” antequerano muy metido en el partido y muy consciente de sus reales posibilidades.

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