La Fundación MUSOL y la Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes han llevado a cabo en Archidona una importante jornada de dinamización por la interculturalidad. Los verdaderos protagonistas han sido los más jóvenes, quienes a través de talleres didácticos, han aprendido a socializar y a ser respetuosos.
Alejandra Corral, miembro de la fundación, explicó el propósito de esta iniciativa, cuyo programa se ha venido desarrollando desde marzo del año 2022 en varios municipios y bibliotecas de Andalucía. «El objetivo es reflexionar y aprender… reflexionar sobre los discursos que a menudo buscan marginar al otro, al distinto, al que viene de fuera, y justamente hacernos pensar sobre qué base tiene esto», declaró Corral.
El proyecto tiene un enfoque en la interculturalidad, derechos humanos, migraciones, nuevas narrativas, y también en aprender cómo abordar los discursos de odio y de racismo. «Antes de que nos calen en los huesos, necesitamos tener una mirada para poder reflexionar sobre ello. Eso es lo que hacemos hoy también por los chavales», añadió Corral.
En una sociedad donde todavía persisten los prejuicios racistas y xenófobos, Corral cree que es necesario enfrentar estos miedos. «Pienso que no sé si forma parte de la naturaleza humana, en forma parte todo, la luz y la sombra… pero también, cuando entra el miedo, hacemos todo lo contrario», reflexionó Corral.
Estas actividades se están desarrollando en bibliotecas, lugares de encuentro y conocimiento, en toda Andalucía. «Las bibliotecas son lugares de conocimiento… y nos parece muy importante que las bibliotecas tomen este lugar también en la sociedad», puntualizó Corral.
Por su parte, Ismaín Perera, quien está dinamizando precisamente uno de estos talleres, también compartió su punto de vista. «Son unos niños encantadores. Hemos venido desde Málaga Capital para poder conocer lo que Archidona esconde tanto en lo que es la biblioteca, como en su gente», comentó Perera.
El mensaje clave que Pereira intenta transmitir es que ser diferente es bueno, y que la interculturalidad es positiva. «Lo que intentamos combatir con este proyecto es poder unir toda la interculturalidad en una, y que las diferencias son buenas. No separan».
El objetivo principal de estos talleres es cultivar la empatía en los niños y cambiar sus conciencias. «Porque ellos van a ser las siguientes generaciones, van a ser los arquitectos de una sociedad mucho más sana», concluyó Perera.