Las familias de Juan Alcaide y Juan Gómez junto con los catedráticos

La Real Academia de las Nobles Artes de Antequera ha homenajeado esta tarde a Juan Alcaide de la Vega y Juan Manuel Gómez Serrano coincidiendo con el treinta aniversario de la presentación del libro ‘Paseos por Antequera’ del abogado antequerano.

Para ello, han estado presentes las familias de los dos literatos antequeranos que se homenajeaban, así como los catedráticos Juan Benítez Sánchez, Juan Campos Rodríguez, Francisco Félix Jimenez Zurita, y el cronista de la ciudad, Pepe Escalante. También ha contado el acto con la presencia del alcalde de Antequera, Manuel Barón y la concejala de Turismo, Belén Jiménez.

Las familias de Juan Gómez Serrano y Juan Alcaide de la Vega

En dicho acto, Escalante afirmó que este año no será el primero en el que se hable de Juan Alcaide y que serán más eventos alrededor de esta figura, ya desaparecida, la que se nombrará a lo largo del 2019. Para el cronista esta es una obra que «a Juan le gustaba, a pesar de lo que en muchas ocasiones se ha llegado a escuchar. Y le gustaba por tres razones: porque era una persona muy concienzuda y la publicó tras su revisión; porque era un amante de Antequera; y porque esta obra sirvió para homenajear a su amigo Juan Gómez», explicó.

Escalante aprovechando la presencia del alcalde de Antequera le lanzó una propuesta. «Juan Alcaide fue reconocido en vida con una plaza, que queda un poco solitaria por lo que el Ayuntamiento podría hacer para darle un complemento», expuso el cronista antequerano.

Los catedráticos durante la exposición del homenaje

La obra ‘Paseos por Antequera’ fue impresa en Gráficas San Rafael el 26 de diciembre de 1998 y presentada el 27 de enero de 1989. Una obra «que se distribuyó como un regalo y con la invitación de la viuda de Juan Gómez Serrano. No sabría como catalogar la misma, podría ser una guía, un libro de anécdotas, uno histórico, uno que habla de rutas o sendas, o de sentimientos. Uno se enfrenta a este libro que podría ser de literatura», reconocía Juan Benítez.

El catedrático aprovechó su intervención para indagar en la vida literaria y espiritual de Juan Alcaide de la Vega del que dijo «perteneció a los niños del silencio de la guerra».