La localidad malagueña de Cuevas Bajas ha celebrado hoy domingo la novena edición de su tradicional Fiesta de la Zanahoria Morá, organizada por el Ayuntamiento y con la colaboración de la Diputación de Málaga así como de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía.

Casi medio centenar de expositores ofrecieron este llamativo tubérculo que remonta su presencia en Cuevas Bajas a la época en la que los árabes poblaban el sur de la península y que llega hasta la actualidad sin muchos cambios en la manera de cultivarlo.

El delegado de Agricultura de la Junta en Málaga, Javier Carnero, fue el encargado de realizar el pregón de la Fiesta de la Zanahoria Morá, quien declaró que no se trata sólo de un reclamo gastronómico, sino que el turismo de la zona se ve beneficiado por esta feria que triplica la población de Cuevas Bajas en estos días gracias al trabajo y el esfuerzo de los agricultores.

Una de esas productoras de zanahoria morá es María Márquez, vecina de Cuevas Bajas, que tras tres meses de cultivo desde la siembra, asegura que el único secreto para producir las mejores zanahorias es la abundante agua. María destaca las propiedades vitamínicas y hasta afrodisíacas de este tubérculo tras un estudio realizado en la Universidad de Málaga. Coincide con todos los agricultores en que el cultivo de la zanahoria morá se pierde en la memoria colectiva de Cuevas Bajas, siendo una tradición heredada de padres a hijos.

Entre las degustaciones que se ofrecieron a lo largo de la calle que une la entrada al pueblo con la plaza de la iglesia, el visitante pudo encontrar ensaladas, picadillos, migas, mermeladas y hasta repostería, todo ello aderezado con el singular sabor de la zanahoria morá, mezcla de dulce y amargo.

Manuel Reyes, por su parte, cultiva junto a un grupo de amigos estas zanahorias para ofrecer en esta feria los mejores frutos de sus campos. Asegura que se trata de un alimento “peculiar, propio de la zona de Cuevas Bajas desde hace diez siglos, que en tiempos pasados se utilizaba para alimentar al ganado, dado el alto nivel de nutrientes del mismo”.

Sin embargo, la zanahoria morá no se trata sólo de un producto alimenticio, ya que Encarna Artacho ofreció en su expositor cremas y jabones realizados con este tubérculo, destacando las propiedades beneficiosas que presentan sus productos para la piel.

Evolución del sector

La zanahoria morá es un fruto que tradicionalmente ha vivido de la economía local y de pequeñas exportaciones a localidades cercanas. Sin embargo, este año se ha creado la Asociación de Productores, presidida por Salvador Arrebola, quien aseguró ayer que de cara al próximo año, aumentará la producción de este alimento desde los 30.000 kilos anuales recogidos hasta ahora hasta los 200.000 kilos que se esperan gracias a la unión y el esfuerzo de los agricultores locales.

Según el alcalde de la localidad, Manuel Jesús Ginés, este aumento responde a la actualización de este tradicional cultivo y permitirá difundir el consumo de zanahoria morá más allá de la comarca o la provincia, gracias al aumento de tierras para ser sembradas y al impulso empresarial que se está produciendo. El alcalde también destacó el impulso que recibe la Fiesta de la Zanahoria Morá cada año por parte de los vecinos del pueblo que además, pudieron disfrutar de espectáculos musicales entre los que destacaron un grupo de bailes regionales llegado desde Torremolinos o la actuación del coro rociero de Cuevas Bajas.