Las adicciones constituyen uno de los problemas más graves con los que se enfrenta la sociedad entera.

Por ejemplo el alcohol, a pesar de ser legal y poder comprarse en cualquier mercado, sigue siendo una sustancia adictiva que provoca efectos desastrosos: accidentes automovilísticos, enfermedades cardiovasculares, cirrosis hepática, hemorragias cerebrales y el síndrome alcohólico fetal, entre otros.

Nadie cambia cuando se siente bien. La mayoría de las veces es a través de un proceso de dolor continuado, que se agrava cada vez más, tal como lo hace una piedra en el zapato; que la mayoría de nosotros, nos animamos a hacer cambios radicales en nuestro estilo de vida.
Cuando uno es adicto, la cosa es un poco más difícil, porque la negación es parte de la enfermedad. Es la única enfermedad, que le dice al paciente, que él no está enfermo, que son los demás los que exageran.
Pero cuando el dolor es insostenible, no hay más remedio que cambiar. Ahora bien, que tomar la decisión de cambiar, no es sinónimo de cambiar. ¿Cuántas veces, has dicho que vas a cambiar?

Cuantas veces has prometido a tu familia, tus padres, tu pareja o tus hijos, o incluso a ti mismo; desde mañana mismo, no consumo mas drogas, o alcohol,

No es prometiendo, que se logra la recuperación, sino tomando ACCION!!!

La forma más adecuada, de enfrentarse a esta enfermedad, al igual que con cualquier otra, es iniciando un tratamiento, el cual nos ayude paso a paso a acercarnos a nuestra rehabilitación. Los sitios más recomendables son los lugares destinados a esta función, como centros de rehabilitación. Desde Antequera contamos con la asociación CALA (Centro de ayuda y liberación de alcohólicos), que lleva más de 20 años ayudando día a día a todas aquellas personas que necesiten ayuda en este campo, ya sea la persona adicta o los familiares, los cuales necesitan apoyo para afrontar esta situación tan complicada.

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