El combinado nacional conseguía asegurar en Antequera medio billete rumbo a Japón

La Selección Nacional Absoluta de Balonmano Femenino “Las Guerreras”, se concentraban en Antequera desde el principio de semana con las miras puestas en volver, después de dos años, a repetir las buenas sensaciones alcanzadas dos años antes en su anterior visita a la ciudad y en aquel partido también decisivo ante Ucrania que pudieron solventar favorablemente y así conseguir el pasaporte para el Mundial de Alemania. El equipo de Carlos Viver, con la importante ausencia por lesión de su capitana y emblema, la almeriense Carmen Martín, y con una dosis de juventud en sus filas destacable comenzó a preparar de manera concienzuda un encuentro de ida ante el combinado de Islandia en el que se jugaba sus bazas para el próximo Mundial de Japón a celebrar al finales de 2019, que seis días después de la cita antequerana tendrá la vuelta en Rejkyavik de cara a la resolución final de una eliminatoria que se presumía abierta en un principio. El inicio de partido fue demoledor para el combinado nacional que desarboló una y otra vez a sus rivales con gran efectividad en ataque y uan defensa agresiva que propiciaba continuos errores de lanzamiento o con paradas de Silvia Navarro, o en su defecto pérdidas de balones por precipitaciones en el pase. Los huecos se ensanchaban y ni los tiempos muertos surtían efecto, tanto primera como segunda línea funcionaban a las mil maravillas en las de Carlos Viver que dejaban, aparentemente, decantada la eliminatoria al descanso con un contundente 21-7. En la reanudación el esfuerzo físico pasó factura, la defensa perdió eficiencia y las islandesas con un juego más fluido rápido comenzaron a disminuir la ventaja. En todo caso y a pesar de los dos tiempos muertos solicitados por el banco español las escandinavas nunca consiguieron bajar de los ocho tantos de diferencia lo que motivó que al final del partido la diferencia de nueve no debiera de poner en peligro la clasificación para Japón.