La Plataforma para la promoción del Voluntariado en la Comarca de Antequera, con motivo de la
celebración del Día Internacional del Voluntariado y del discapacitado, celebrará el próximo sábado 28 de noviembre, a partir de las 16:00, en el Teatro Torcal, un acto donde también se  distinguirá a las cuatro hermanas Gutiérrez Luque, Loli, Mari, Trini y Carmen-“Peque”, por su destacada
labor social y trayectoria como voluntarias, en las entidades sociales de Antequera y su Comarca, como Fundación Prolibertas, Protección Civil, AECC Antequera, Asociación Imagina y CALA.

Su labor en diversas actividades sociales en la Comarca de Antequera, su implicación en el ámbito
social y sus cualidades humanas, hacen de ellas una familia ejemplar. Todo el tejido social antequerano, ha consensuado el mérito de las cuatro hermanas en su larga trayectoria solidaria.

Incluimos la siguiente semblanza de una persona muy cercana a todas ellas.

SEMBLANZA DE LAS HERMANAS GUTIERREZ LUQUE

“Desde muy pequeñas, todas las hermanas Gutiérrez Luque (Loli, Mari, Trini – discapacitada en un 33%- y Carmen-Peque para los que la conocemos, por orden de «veteranía») sufrieron las dificultades y la dureza de la vida de una familia muy humilde en una ciudad de Antequera que luchaba por salir de la pobreza que se vivía en España durante la posguerra. 

Como muchas familias de aquella época, siendo niñas, se marchaba toda la familia al completo a trabajar de aceituneros viviendo en las habitaciones que el Cortijo de las Ventanas tenía para los peones durante los casi tres meses de invierno que duraba cada campaña. Seguro que, en esta etapa de sus vidas ya lejana pero nunca olvidada, se curtió parte de ese sentimiento de solidaridad muy activo que hoy comparten con mucha gente. 
No hay mejor forma de ser solidarios que haber sufrido las mismas dificultades que hoy, en el siglo
XXI, siguen padeciendo más familias de las que nos imaginamos. Todas comenzaron su etapa escolar pero, como la necesidad era mayor, desde muy pequeñas, siendo prácticamente adolescentes, tuvieron que dejar los estudios y ponerse  trabajar muchas horas para ayudar en casa. 
Con el paso del tiempo y gracias a la oferta educativa de adultos todas han conseguido sacarse su graduado escolar, eso sí, sin dejar de trabajar y de formar cada una su familia y atender con nota, si se puede decir así, la educación de sus hijo/as.

A pesar de tantas obligaciones y responsabilidades, todas han tenido tiempo, no se sabe de dónde, para dar a los demás esa compañía y cercanía que se necesita cuando se pasan dificultades. Es curioso que la dimensión social de este cuarteto haya abarcado aspectos muy diferentes de nuestra sociedad antequerana: Atención y ayuda a los inmigrantes en PROLIBERTAS, visita semanal a centros penitenciarios para la reinserción y acompañamiento de reclusos ; catequesis infantil y juvenil y atención social desde las parroquias, presencia durante muchos años en la barriada de Valdealanes animando a niños y jóvenes a luchar por su futuro; voluntariado familiar en la Asociación C.A.L.A. viviendo los problemas desde dentro; animación y trabajo por la búsqueda de recursos en Asociación Española contra el Cáncer y actitud de servicio y entrega gratuita desde Protección Civil velando horas y horas por la seguridad y el orden en todos los acontecimientos importantes de Antequera. 

Cualquier contratiempo familiar o enfermedad no les ha dejado paralizadas sino que ha sido un motivo, una excusa o un estimulo más para implicarse en la acción social y ponerse siempre en el lado del otro.

Ninguna tiene estudios universitarios pero todas se han superado día a día y han sacado notable, o quizás sobresaliente, en la carrera de la vida donde mucha gente conoce y aprecia la labor social que han desarrollado y siguen desarrollando, en zapatillas y bata de casa, ¿verdad Loli?, sin grandes pompas ni trompetas, pero si con un trabajo cercano y constante y continuado en el tiempo que es mucho más eficaz que cualquier actuación puntual.

Sabemos a ciencia cierta que el espíritu solidario del mal llamado sexo débil supera con creces al de los varones pero en esta ocasión, ese espíritu viene en este caso multiplicado por 4, por 4 rosas que tienen la misma sangre por las venas y que, con sus fallos y limitaciones que también los tendrán ¿o no?, emplean muchas horas a la semana a animar, ayudar, acompañar, escuchar y querer a gente que necesita que las quieran, las escuchen, las acompañen, las ayuden y las animen. 

No sabemos si son ejemplo a seguir pero sí que son testimonio de como una mujer de su casa o, mejor dicho, cuatro mujeres de su casa pueden hacer que esta Ciudad de Antequera sea cada día un poquito MEJOR PERO PARA TODOS”.

Desde la Plataforma para la promoción del Voluntariado de Antequera, queremos felicitar a Loli, Mari, Trini y Peque, por su maravillosa labor por los demás, para que nos sirva de ejemplo de la unión fraternal y familiar, de cuatro hermanas, que prestar gran parte su tiempo, sus conocimientos y su trabajo, sin esperar nada a cambio.»