Las víctimas antequeranas de la represión nazi cuentan ya con un monolito en homenaje a su memoria en el Jardín de Europa

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En recuerdo a 12 antequeranos que fueron asesinados en los campos de concentración de Gusen, Steyr y Mauthausen entre los años 1941 y 1944

Las víctimas antequeranas de la represión nazi cuentan ya con un monolito en homenaje a su memoria en el Jardín de Europa. El alcalde de Antequera, Manolo Barón, en presencia también de la viceconsejera de Justicia, Administración Local y Función Pública de la Junta de Andalucía, Ana Corredera, presidió el viernes 27 de enero el acto de descubrimiento de un monolito de piedra en el que se enclavan doce nombres de víctimas antequeranas que fueron víctimas de la represión nazi en los campos de concentración de Mauthausen, Steyr y Gusen.

Dicho acto se celebró en el denominado como Jardín de Europa ubicado entre la avenida José María Fernández y la cuesta Talavera, coincidiendo con la rememoración del Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, recordando así el aniversario de la liberación del campo de concentración y exterminio nazi alemán de Auschwitz-Birkenau a manos de las tropas aliadas soviéticas en 1945.

Con tal motivo, la ciudad de Antequera decidió homenajear mediante un nuevo monolito de piedra que, ubicado simbólicamente junto a un mástil con la bandera de Europa, recuerde siempre a las siguientes personas: Antonio Escobar Navarro, Antonio García Méndez, Francisco García Villalón, José Hidalgo Reguero, Francisco Lara Moreno, Juan Martín Padilla, Antonio Morea Lara, Antonio Muñoz Guerrero, José Navarro Bravo, Rafael Rubio García, Francisco Zurita Cuenca y Francisco García. Ellos fueron los 12 antequeranos que fueron asesinados en los campos de concentración de Gusen, Steyr y Mauthausen entre los años 1941 y 1944 por la perversa estrategia del régimen de Hitler.

Los portavoces de los grupos políticos con representación municipal leyeron el acuerdo plenario en el que se sustenta el desarrollo de este homenaje, procediéndose a continuación al descubrimiento del monolito por parte de representantes de la sociedad civil presentes. Tras un simbólico minuto de silencio, cerró el acto el alcalde Manolo Barón concluyendo con la interpretación del Himno de la Alegría como expresión musical de los ideales europeos de paz, libertad y solidaridad.

«Era compromiso de esta ciudad reconocer a estos antequeranos que injusta y cruelmente perdieron su vida. Hoy, ya es una realidad. Es trabajo de todos que el mundo no tenga que vivir, o mejor dicho sufrir, esa barbarie, y eso sólo se consigue protegiendo la democracia donde todas las ideologías convivan, debatan y se alternen, cimentado todo ello en unas instituciones constitucionales sólidas, prestigiosas y al servicio de unos ciudadanos libres e iguales dotados de una triple garantía: neutralidad, pluralidad y eficacia», destacó el alcalde.