Juanma Cabrera, volvió a ser un hombre determinante para los suyos en Montequinto

Con el comienzo de la segunda vuelta y con una trayectoria inmaculada de resultados positivos el BM. Los Dólmenes se aprestaba ya esta semana a comenzar una singladura en la competición repleta de duros escollos fuera de casa. Los tres desplazamientos a las Islas, Maracena o este mismo de Montequinto, donde le aguardaba un equipo joven, con talento y desparpajo iba a poner a prueba la resistencia de un cuadro antequerano que tras las últimas jornadas se había hecho mucho más líder tras los continuos pinchazos de su oponentes más cercanos en la tabla.
Sin duda que la cuestión «motivación», si ante Moguer no rayó a la altura exigida por motivos obvios si que ante los sevillanos jugaría su papel estelar y esto es lo que durante la semana intentaron Lorenzo Ruiz y Darío Mata. El partido desde el pitido inicial fue competido con dos equipos dispuestos a continuar con sus objetivos y un “siete” local, especialmente motivado que marcó en todo momento la pauta del primer acto con una defensa aguerrida y contundente que impidió el juego fluido de los antequeranos (9-8).
La segunda mitad comenzaba peor para los antequeranos que encajaron un 7-2, de parcial que colocaba un 16-10, en el luminoso preocupante. Cierto es que el líder en ese momento mostró sus mejores armas y amparado en la mejora defensiva y en el acierto en ataque, primero infringió un parcial de 0-4, a su rival y después siguió argumentando la remontada a base de una defensa eficaz y un ataque en el que Juanma Cabrera, desde el pivote, y Luis Castro y Martín Souto consiguieron hacer tambalear a un cuadro local que terminó sufriendo lo indecible.