Los episodios de lluvia de estos últimos meses permiten a los agricultores planificar la siembra de las próximas campañas

Se termina un año de altibajos para el campo y el sector agrícola que ha tenido que sufrir una larga sequía, constantes olas de calor y la alta subida de los costes de producción. Algo que en parte se ha visto compensado por el aumento de los precios, que a nivel general han sido más altos que otros años, debido a la bajada de producción en toda España.

Aunque los episodios de lluvia de finales de marzo y principios de abril consiguieron sacar adelante las cosechas de primavera y verano, a lo largo del año los recursos hídricos han sido insuficientes para desarrollar de forma óptima los cultivos de regadío, como ha sido el caso de la cooperativa agroalimentaria antequerana Horticultores El Torcal, que también ha sufrido en primera línea el encarecimiento excesivo de los abonos, fertilizantes, fitosanitarios y la energía, lo que ha elevado el coste de producción entre un 30 y 40 por ciento.

En el caso del espárrago, la producción ha disminuido en un 25 por ciento y aunque los precios han sido algo más bajos que el año pasado, se han mantenido dentro de un margen razonable.

Respecto a la campaña de la cebolla temprana, que se desarrolló entre mayo y junio, la producción ha resultado ser un 10 y un 12 por ciento más baja que años anteriores y el nivel medio de los precios no ha conseguido compensar la subida de los costes.

Por el contrario, en la patata temprana o de media estación, que se cosecha a partir del 20 de junio, los precios más altos han podido compensar la subida de costes

En cuanto a la cebolla tardía, que se recolectó entre últimos de agosto y todo septiembre, la producción se ha visto mermada entre un 15 y un 20 por ciento debido a los episodios de calor del verano, lo que provocó un estrés hídrico más grande de lo normal que afectó irremediablemente al nivel de producción. Aun así, los precios han sido bastantes buenos y han logrado contrarrestar los gastos y la merma.

A diferencia de hace un año, las lluvias han llegado en el mes de diciembre, algo que los agricultores han agradecido porque así al menos podrán planificar la siembra de la próxima campaña. “Menos mal que ha llovido porque la situación ya era insostenible y con esta lluvia sí se puede plantear ya la siembra de muchos cultivos para la próxima campaña, aunque no arregle el problema de la sequía porque no ha llovido para que los pantanos ni los acuíferos se recuperen,” ha manifestado el gerente de Horticultores, Juan Antonio Romero, quien espera que las precipitaciones no se queden solo en estos días porque si no “será un gran problema de aquí a dos o tres meses”, ha concluido.