Antonio Jesús Palomo pregonó ayer la Navidad desde San Juan de Dios, en un recital en el que combinó la poesía y la prosa y en la que situó como protagonistas a Los Dólmenes, la mujer y las personas solas o sin recursos.

Durante el pregón se fue montando un improvisado belén dentro de una imagen de Los Dólmenes que hicieron de portal con la colaboración de personalidades locales como el propio alcalde, Manuel Barón, o el presentador del cartel anunciador, Antonio Jiménez. El acto sirvió también para inaugurar el Belén Municipal. Con la conversación entre Zacarías y el Arcángel Gabriel sobre el misterio de la Concepción de San Juan Antonio fue desgranando por qué la Navidad es motivo de ilusión, porque como en el caso del hijo de Isabel, con el Nacimiento de Dios quedará claro que todo es posible.

Palomo inició así su exaltación de la “particular y bendita Navidad” apelando a los sentidos con su descripción ‘costumbrista’ de la fría noche invernal antequerana entre aromas de ajonjolí y leña quemada de las chimeneas. Tuvo un guiño hacia los visitantes que llegan por miles en la primera Navidad en la que Los Dolmenes son Patrimonio Mundial. “Antequera no es una ciudad, es algo más, una tierra con carisma y personalidad”. Su madre colocó la primera pieza del belén, la de la Virgen: “Intermediadora de la misericordia de Nuestro Señor”, dijo en relación a la Madre de Jesús. Tuvo palabras en ese momento para las abuelas que se quedan solas o las mujeres maltratadas. Tuvo un recuerdo para las familias sin recursos e instó a ensalzar el espíritu navideño aunque no haya festines. Muchas son las advocaciones de la Virgen que en Antequera cuidan de las almas de los vecinos. A ellas pidió que cuiden de «nuestras madres que en nueve meses nos dieron tanto».
 
Tras María la siguiente figura en ser colocada fue un San José que para Palomo es esa persona en la que confiamos y dan consuelo. Así, los sacerdotes y los religiosos “velan por las almas sin pedir nada a cambio, la Navidad silenciosa”. Madre Carmen, Vidaurreta o San Manuel González son algunos de los beatos que «cuidan de nuestra fe y vida», añadió. Tuvo un recuerdo para los misioneros y miembros del Ejército en este punto.

La tercer figura fue el ángel un símbolo de las personas que «se cruzan en nuestro camino y nos hacen vivir momentos especiales» como los familiares, compañeros de trabajo o compañeros de devoción. Así, pidió: «que seamos ángeles para los demás». El montaje improvisado del belén acabó con la colocación de la figura del Niño Jesús momento en el que recordó el momento de la Anunciación del nacimiento del “Rey de Reyes”. «Ha nacido en nuestra ciudad un bebé que a todos nos cuida, ha llegado a nuestra tierra el Salvador, el Mesías», proclamó.

Como en el caso de la historia inicial de Zacarías, «con Cristo todo es posible», concluyó de forma optimista su pregón. «Antequeranos y de otras ciudades no os olvidéis que es Navidad y la importancia de montar en vuestros hogares el misterio del amor hecho realidad; que la mirada de su madre y la protección de San José y no nos olvidemos del ángel, nos guarde ante el niño que nos nace hoy, mañana y ayer», sentenció.