Halloween es una tradición cada vez más extendida en España. Sin embargo, antes de acoger esta festividad, en Málaga eran muchos los municipios que celebraban estas fechas tan señaladas con sus propias festividades. Este es el Caso de Casabermeja y su tradicional ‘Laureña’.

La tradición señala que, en la antigüedad, los monaguillos del pueblo, que pasaban la noche del 31 de octubre en la Iglesia para tocar las campanas en honor a los difuntos, iban pasando casa por casa para pedir algo de comer, ante la larga noche que les esperaba.

Esta tradición fue pasando de generación en generación hasta nuestros días. Por ello, cada año los niños del pueblo visitan los hogares de sus vecinos en busca de alimentos propios del otoño, tales como nueces, castañas, membrillo o dulces caseros.

Tras un tiempo de parón por la pandemia, vuelven a retomarse estas actividades tradicionales, que llenan de alegría e ilusión los pueblos de la comarca.