película

Sinopsis

En mitad de la noche, un policía lleva a un hombre malherido a un pequeño hospital en mitad de ninguna parte. Los pocos pacientes y médicos que hay en el lugar descubren que el edificio ha sido rodeado por unos misteriosos encapuchados… Y entonces empiezan los problemas, la sangre y la muerte.

Opinión

Desde hace algún tiempo soy reacio a las películas que insisten en rememorar los tonos del cine de los 80, como si no hubiese más décadas dignas de homenaje. Un par de veces puede tener gracia, pero estrenar tres o cuatro películas-homenaje al año resulta cansino. Sin embargo a veces aciertan y se ganan mi corazón aun sin hacerme gracia tanta insistencia en subrayar la nostalgia y méritos del cine ochentero. Puede que esta práctica huela a repetitiva, pero mentiría si dijera que no ha parido títulos la mar de memorables como It Follows, la serie Stranger Things o la propia The Void.

The Void es una cinta de horror donde, por encima de todo, prima el gore. ¿Sabéis esas películas que sugieren más de lo que muestran? Pues The Void no es una de ellas. Tampoco es que sea un absoluto y excesivo festival de sangre y tripas, pero tampoco se corta a la hora de enseñar carnaza cuando toca. En fin, ¿y por qué no?

Pero también hay misterio, y uno bastante grande. The Void podría haber sido una película más de encierro en la línea de The Purge o Los Extraños; su mecánica podría haberse basado en el manido “hagamos fuerte para evitar que esos sectarios entren y nos maten”, pero eso ya lo hemos visto muchas veces. La película tiene algo de eso, pero añade un matiz fundamental: la amenaza no sólo está fuera, sino también dentro. Hay algo horrible y tentacular paseándose por los pasillos del hospital, así que no basta con evitar que los encapuchados entren. O quizá ni siquiera deseen entrar…

Cabe destacar el uso mayoritario de efectos especiales basados en animatrónicos y látex. Efectos de toda la vida, dicho de otra forma. No tengo nada en contra de ningún efecto especial, ya sea analógico o digital, siempre que sea bueno, pero en estos tiempos donde todo se resuelve a golpe de ordenador (y no es que no tenga mérito, ojo. Avatar no se hizo metiendo un billete de 20 dólares en un puerto USB) se agradece algo de vieja escuela, sobre todo tratándose de una película que claramente evoca la década de los 80.

Los que somos fans de John Carpenter y H.P. Lovecraft estamos de enhorabuena con The Void; su argumento, su tono y su textura nos remiten directamente a ambos genios del horror. Y si me pongo puntilloso, me atrevería a afirmar que el final de la película es un guiño directo a Lucio Fulci y su obra maestra, El más allá.

The Void no es perfecta y quizá se eche en falta una traca final más grande y espectacular, pero teniendo en cuenta que se trata de un producto humilde (el presupuesto se obtuvo mediante crowdfunding), el resultado es más que aceptable. Como mínimo superior a las típicas, tontas e insulsas películas de terror que invaden las carteleras comerciales.

TRAILER

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