La solvencia y tranquilidad se ganan a modo de puntos y precisamente eso era lo que el Meridiano Antequera logró en su última comparecencia en casa ante Algemesí para acelerar así su camino hacia la salvación. En todo caso este pasado fin de semana esperaba otra de esas salidas maratonianas de viaje interminable a Torrelavega para dirimir un choque de tinte dramático para los cántabros que después de haber recompuesto un tanto en las últimas jornadas su negro devenir en el año deportivo se aprestaban a tratar se seguir manteniendo la línea ante un rival como el antequerano poco dado a majestuosidades lejos de su «Fernando Argüelles».

Una dinámica de alternativas fue la que presidió el primer acto de partido, con sucesión de ventajas de no más de dos goles para ninguno de los contendientes con especial mención también a las defensas que protagonizaron un trabajo que se dejó sentir en las acciones ofensivas de unos y otros.

El 13-13, era fiel exponente de esta iguadad que pareció romperse de inicio en el segundo tiempo cuando Alberto Catro, Leo y Ortega ponían un parcial de 0-3, y un consiguiente 14-17, que desgraciadamente no pudo mantener el cuadro antequerano que se vio sometido al la elocuencia y al rigor de un rival que plenamente motivado y adentrado en una dinámica positiva equilibró pronto la balanza y empezo a marcar distancias de hasta tres tantos (21-18), que ya serían imposibles recortar por parte de su rival que aunque lo intentó hasta el instante final no pudo equilibrar una balanza que en caso de conseguirlo casi podía haber sido ya la consabida salvación por la que habrá que esperar todavía.

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