Los comicios europeos se han celebrado y en parte, lo que se pulsaba en la sociedad se ha visto refrendado en las urnas. Los dos grandes partidos siguen dominando la expedición española a Bruselas pero con menor porcentaje de votos y escaños Y han crecido otras formaciones, especialmente desde la izquierda. Con todo esto, los dos grandes siguen a lo suyo y ya se habla en Bruselas de la necesidad de que socialistas y populares lleguen a acuerdos básicos. Nada nuevo bajo el sol. Ya en la anterior legislatura europea estos dos grandes bloques votaron conjuntamente tres cuartas partes de las iniciativas del Parlamento. En definitiva, el antagonismo que escenifican es solo cara a las campañas electorales.

España muestra a Europa un arco parlamentario más plural y multicolor, algo que los dos grandes partidos, PP y PSOE han evitado a toda costa. Unos, vendiendo que sus políticas nos llevarán al fin de la crisis, otros apelando al “voto útil” y los dos, no haciendo una campaña orientada a hablar de Europa y de las necesidades de sus ciudadanos. Por tanto, naufragó el debate realmente necesario y teniendo en cuenta que copan los medios de comunicación, se diluyó el mensaje que debería haber llegado a los electores. Y no es otro que, las europeas son unas elecciones muy importantes y que es necesario ejercer el derecho al voto. Por lo que otra vez más, la abstención ha sido una gran protagonista. Y la abstención ayuda a que el bipartidismo, aunque ya con grietas en sus paredes, siga a duras penas resistiendo.

La desafección hacia la política y los que la ejercen, la corrupción, la crisis, el débil concepto que se tiene de Europa y de su importancia para nuestra vida diaria…, todo ello, provoca que la gente no asista al colegio electoral. Pero la abstención no es la respuesta adecuada, no es la mejor manera de canalizar el hartazgo. La abstención es simplemente un darse por vencido, dejar en manos de otros nuestra actividad política y no pretender optar a una sociedad más justa y solidaria de la que ahora tenemos.

Llegarán las elecciones municipales y luego las generales donde la abstención será algo menor. Aún así, debería ser compromiso de todos los partidos hacer que la convocatoria a las urnas sea un éxito de participación. A mayor participación, menores serán las posibilidades del bipartidismo de seguir con estas políticas que están esquilmando los sueños de miles de jóvenes españoles, eliminando los derechos sociales y laborales, condenando a toda una generación a no encontrar trabajo y aumentando las desigualdades.

Juanma Hatero

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