Otro día

Por Manuel Hidalgo

Otro día más, si amigos, otro día sin salir fuera de la casa. A lo sumo que llegamos es, a los balcones para ver esas calles vacías. Esas, que nadie las acostumbró a estar solas, que se mira dentro de sí y de un lado a otro y no ve a nadie, pues que no se crea persona  alguna que la vida no es para hacer lo que te dé la gana. Siempre haciendo el ganso cuando lo que debiéramos hacer es que aprendiendo de nuestros errores volver a ser personas que sienten, que se preocupan por hacer el bien, que sufre por la naturaleza, que están siempre intentando que seamos todos una piña para combatir el mal.  Pero viendo lo que ocurre podemos deducir que el hombre no está por la labor, ni tiene intención de luchar contra el mal. Cuando llegaremos a conseguir que este lugar donde vivimos lo tenemos que cuidar que es todo lo que tenemos y por lo tanto si seguimos así podría que llegar a la destrucción y al fin del mundo. Y hasta que el hombre se dé cuenta que todo no está en ganar dinero a costa de hacer daño a los demás. Que todo sea odio maldad envidia destrucción guerra, que pena maldita sea. Ahora, cuando sea las ocho saldré a mi balcón para tocar las palmas y oír música y volveré a ver esas calles vacías. Es el único consuelo que nos queda.