Me llegan opiniones sobre las reflexiones que escribo y que van dirigidas en especial a dar información de esta enfermedad.
Entre esas opiniones me dicen que soy muy duro en mis expresiones, me consideran un anti-alcohólico de cuidado, cuando en realidad no lo soy, siendo esta droga legal que cada uno haga lo que mejor le parezca, pero que no alegue luego, ¡yo es que no sabía nada! Por eso solo trato de desmitificar lo de que «las bebidas alcohólicas son saludables», cuando no lo son. El alcohol, no alimenta, no da calor aún cuando tengamos esa sensación al ingerir una copa, al contrario al rato de tomarlo nos da frío, no cura sino que deteriora todo el organismo ya que va quemando por donde pasa y como va directamente a la sangre y la sangre circula por todo el cuerpo háganse una idea del daño que va haciendo por todo el organismo.
Solo trato de desmitificar lo de que «las bebidas alcohólicas son saludables»
Cuando yo era pequeño de esto hace ya algunos años, recuerdo que mi madre me decía que la lejía no se podía beber, así como otros productos de limpieza, aún cuando algunos de ellos no hacían daño sino era en cantidades grandes, pero desde luego sobre el alcohol nadie me dijo los problemas que me traerían, al contrario, me lo daban para abrir el apetito, para el resfriado etc. Se creía que con el alcohol comeríamos más, cuando era al contrario se comía menos, ya que el alcohol no tiene esa función, pero claro un vaso de vino de moscatel con un huevo entraba en el estómago dando un calor y una energía que para algunas madres era síntoma de que era bueno y no de que se estaban embriagando, de esa forma se iba aficionando el joven a no poder pasar si su ración de energía.
Todas estas costumbres se están perdiendo pero aún así, no nos damos cuenta de que la información desde pequeño es más útil que la que cogen en la calle, de más grandes les llega que beber está muy bien por que mola mucho y si uno lo hace, ¿los demás por qué no?, sin darse cuenta de que muchos de ellos van a caer en la adicción.
Una de las afirmaciones claves que hacen los jóvenes es que ellos controlan y que lo dejan cuando quieran, parece como si hubiesen nacido en mi época ya que yo también lo decía y cuando intenté dejarlo me dijo el alcohol que ahora él mandaba y que como lo necesitaba tenía que seguir.
Una de las afirmaciones claves que hacen los jóvenes es que ellos controlan el alcohol que beben
Si los familiares que aún no han tenido este problema, pensaran en la cantidad de familias que están arruinadas por culpa del alcohol se lo pensarían, pero claro, en casa ajena nadie sabe de puertas para dentro lo que pasa y solo cuando el problema es bien gordo es cuando vemos lo que ocurre, pero siempre pensamos que esas cosas solo les ocurre a los demás y que nosotros somos intocables y claro que no, cuando menos se lo espera uno, resulta que tiene el problema en casa y no se había dado cuenta y ahora ya es demasiado tarde para educarlos.
Ahora solo queda intentar por todos los medios el de ayudar a esa persona que ya no bebe por placer, sino que bebe por necesidad y hay que buscarle la solución y esa solución es muy fácil, pero tan difícil de poner en practica que algunos no llegan a solucionarlo y es una lastima que personas extraordinarias se queden en el camino cuando hay medios para evitarlo y en ello la familia es la principal baza con que cuenta una persona con este problema.
Esta enfermedad tiene la suerte de que la podemos curar nosotros solos
No les demos la espalda ayudémosles a salir de esta droga con todos los medios a nuestro alcance y por favor no digan nunca eso que alguno familiares dicen, que les ha caído una desgracia encima, que se lo tomen como cuando se contrae otra enfermedad y actúen igual viendo donde puede estar la solución, en el médico, en un psicológ@ o en un Centro como este.
Esta enfermedad tiene la suerte de que la podemos curar nosotros solos con la ayuda de compañeros con el mismo problema, solo que hay que perder ese tabú de que ser alcohólico es ser un tirado, un sinvergüenza o un vicioso, nada de esto es cierto, solo somos enfermos que hemos contraído una enfermedad de un producto que la sociedad ve como muy saludable y que por interés económico no se le da la categoría de ser la droga más barata y la que más daño hace a esta misma sociedad que la protege y la fomenta.
Francisco Arana Jiménez