Que por bien no venga
Por Manuel Hidalgo
El otro día no pude evitar derramar una lagrima cuando paseaba por la calle y oí a dos personas que hablaban entre ellos dialogaban de una forma alegre. Uno decía al otro hay que ver que haya tenido que ocurrir esta terrible pandemia tan mala, como esta que nos atañe a todos para darnos cuenta que tenían un hermano que casi no sabían que existía, pero no hacia ni intención por tratar de saber nada de ellos. Pues la UCI del hospital donde se debatía entre la vida y la muerte fue el que los unió. Efectivamente el mayor de los hermanos era el médico que lo atendía que hizo todo lo que pudo para salvarlo y lo consiguió fue capaz de dar su vida por él. Ahora cuando logro vencer a este virus supo dar gracias a su hermano. Como este relato hay cientos que llenan de orgullo a las personas de bien esa que sin intentar ser protagonista lucen la sabiduría y es cuando el ser humano se da cuenta de que todo no es ser uno más que el otro, ni más que nadie solo tener un mundo de satisfacciones que a veces con un poco de solidaridad y un mucho de capacidad lograr ser compañeros de viaje. Después de conocer este caso me llena de alegría que haya muchos casos como este que tengan un feliz final.