Quino Soler, en su despedida del BM. Ciudad de Antequera: «Ha sido una experiencia increíble, apasionante»

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Emocionado, el entrenador del Balonmano Cuidad de Antequera, Quino Soler, se ha despedido este lunes del club, en «una decisión difícil sentimentalmente», antes de firmar presumiblemente por el Ángel Ximénez de Puente Genil, tras haber sido el jefe del banquillo local en la última temporada.
En la comparecencia, además del presidente del club, Antonio de la Linde, han estado presentes los otros dos componentes su cuerpo técnico, Lorenzo Ruiz y Darío Mata, y jugadores del primer equipo, a los que Soler ha expresado su satisfacción por haber formado parte del equipo: «Ha sido una experiencia increíble, apasionante y en la que he intentado siempre dar lo mejor de mí», ha asegurado.
También ha querido tener un recuerdo para la base. A sus monitores por «cuidar, educar y enseñar a lo que es nuestro futuro», pero de una forma muy especial al equipo cadete que también estaba entrenado. «Dos años increíbles en los que he aprendido mucho», ha manifestado el malagueño.
Soler reconoce que el descenso del club, motivado por la situación económica, al intercambiar su plaza con el Cajasur de Córdoba, ha sido una de las causas que ha influido en su decisión para cambiar de banquillo. Sin embargo, también ha querido dejar claro que esta decisión hubiera podido llegar igualmente. Eso sí, su salida hubiera sido «mucho más contento, porque se hubiese hecho justicia a todo el trabajo que hemos realizado. De todas formas, el entrenador malagueño está convencido de que el club seguirá adelante con «un proyecto de futuro».
Ruiz, de nuevo al mando
Tras la salida de Soler, por el momento, tal y como ha confirmado de la Linde, Lorenzo Ruiz vuelve de nuevo a ser el máximo responsable del primer equipo, acompañándolo Mata -que ya ha estado trabajando como preparador físico- como segundo entrenador.
Ruiz ya se encargó del banquillo antequerano en la temporada 2012-13, en la que consiguió el ascenso a División de Honor Plata. Y tras el paso de Eduardo Izquierdo, volvió a asumir las riendas del equipo junto a Soler, con el que consiguió, primero al frente del equipo y después como segundo entrenador, mantener al equipo en la segunda categoría del balonmano español.
Jugadores cotizados
Precisamente perder  lo que «los jugadores se han ganado en el terreno de juego» es el mal sabor de boca que se lleva Soler de su paso por el banquillo. Sin embargo, también está muy satisfecho porque la temporada realizada por sus jugadores «no pasa desapercibida en el resto de España». De hecho, está convencido de que ese trabajo de las últimas campañas les puede abrir las puertas de clubes en categorías superiores.
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