El equipo realiza un llamamiento a la juventud para que colabore, pues uno de los objetivos es servir como medio de expresión para los nuevos autores

La revista local Rayya sobre la historia y el patrimonio de Archidona y la Comarca Nororiental de Málaga cumple mayoría de edad. Dieciocho años en los que esta publicación de carácter científico ha cambiado de título, de fuente de financiación y hasta ha pasado por varias etapas.

El origen de Rayya, nombre en honor a la capitalidad de Archidona de la Cora de Rayya, antigua provincia de Málaga durante el dominio musulmán, se remonta al año 2004, en las antiguas instalaciones de la Biblioteca Pública Municipal ‘Dr. Ricardo Conejo Ramilio’, antes compartidas con el Archivo Histórico Municipal, donde se concentraban numerosos investigadores, muchos de ellos locales. Ellos decidieron dar a conocer todos los descubrimientos que arrojaba la documentación histórica que allí se conservaba, con el interés de mantener vivo el Archivo y para que no fuese un mero depósito de «papeles viejos».

Lo que empezó así siendo algo modesto, hoy en día es la publicación de mayor relevancia y prestigio en el ámbito local que tiene como objetivo difundir la historia y patrimonio de Archidona y su comarca en todas sus vertientes para que sea accesible para el público en general: «Publicamos trabajos sobre archivos, historia, arte, etnografía, costumbres, estudios genealógicos, etc.», concreta Juan Luis Espejo, director de la revista desde hace 4 años y con quien comenzó la segunda época, con el nombre ‘Rayya. Revista de investigación sobre la historia y el patrimonio de Archidona y la comarca Nororiental de Málaga’.

En estos 18 años, se ha intentado que cada número cuente con un tema central relacionado con la actualidad o efemérides, por ejemplo, la Plaza Ochavada, la figura de Ricardo Conejo Ramilo o la Alcazaba.

Otro de los objetivos de Rayya es dar a conocer autores nuevos. «Nuestra idea es, aparte de científicos consagrados con experiencia, dar salida a los trabajos de gente que empieza y que tienen dificultad para publicar en otras revistas, sobre todo en las universitarias».

De esta forma, la revista está abierta a todo el mundo, independientemente de si se forma parte o no de la comunidad científica. Los trabajos serán sometidos a una revisión por pares, una evaluación científica en la que se decidirá si la obra se ajusta en cuanto a contenido y calidad. «Puede participar cualquier persona que cumpla estos dos requisitos, ni siquiera es necesario titulación académica», señala Espejo.

En este sentido, una de las mayores dificultades con las que se encuentran es la falta de participación por parte de la juventud. «Hemos intentado incorporar a gente joven, pero cada vez cuesta más porque les interesa la inmediatez. Aquí consigues experiencia y currículum, pero la investigación, sobre todo en humanidades, no está pagada».

«Hemos calculado que escribir un artículo de calidad supone una media de 80 o 100 horas, a lo que hay que sumar el trabajo previo de búsqueda de información y estudio. Esto es totalmente altruista, por lo que cuesta trabajo encontrar gente que esté dispuesta», afirman.

Actualmente la revista está financiada por el Ayuntamiento de Archidona. Entre los retos de futuro está el «sobrevivir», por lo que dependen del Gobierno que resulte de los próximos comicios. Rayya se puede comprar en físico, consultar en Dialnet o en bibliotecas.