El gerente y uno de los trabajadores agredidos junto a la puerta destrozada por uno de los atracadores

Efectivos de la Policía Nacional de Antequera investigan el atraco perpetrado en el restaurante que la cadena Burguer King cuenta en el centro de Antequera en el que hasta cuatro trabajadores fueron amenazados a punta de cuchillo y tres resultaron agredidos. Según informó el gerente del establecimiento, Juan García, los hechos tuvieron lugar a las doce y veinte de la madrugada del seis al siete de enero cuando el establecimiento estaba cerrado parcialmente aunque quedaban una decena de clientes todavía en su interior. Los atracadores, dos individuos que llegaron en motocicleta y que entraron con la cara cubierta con los cascos, aprovecharon que uno de los trabajadores había abierta la puerta trasera para tirar la basura y colarse en la trastienda. En primer lugar se abalanzaron sobre uno de los repartidores al que inmovilizaron a punta de un cuchillo de grandes dimensiones con el que le provocaron una herida en el cuello cuyas marcas mostró a este medio pocas horas después de lo ocurrido. «Me tiró contra la pared y me dejó mareado y después me puso el cuchillo en el cuello», declaró aún excitado. «Después salté el mostrador y alerté a la gente», añadió en alusión a los clientes, algunos de ellos niños que permanecían en la zona de juegos infantiles ajenos al suceso.

En la violenta entrada agredió propinando un golpe a otro trabajador, Francisco Carbonero, que tuvo el desafortunado encuentro aunque ya había acabado al regresar a por unas llaves que había olvidado. «No estaba de uniforme y no vino a por mí directamente, aunque me dijo que me pusiera donde me vieran», añadió. Un tercer trabajador corrió al servicio de empleados del establecimiento donde se encerró, aunque uno de los atracadores derribó la puerta de un golpe y lo cogió del cuello levantándolo «como un muñeco», dijo en alusión al trabajador que intentó zafarse de la agresión, Víctor Bermúdez. Antonio Rodríguez, un cuarto trabajador recibió otro golpe justo antes de que los ladrones se hicieran con el botín, unos 750 euros correspondientes sólo a la recaudación de los repartidores a domicilio.

Las primeras pesquisas de los agentes arrojan como sospechosos a vecinos de Antequera sustentándose en el hecho de que uno de ellos dijo al otro que no tocara a uno de los trabajadores al que se refirió por su apodo. Al cierre de esta edición seguía abierta la investigación sin detenciones. En el lugar de los hechos se personaron agentes de la Policía Nacional y la Policía Local, aunque el cuerpo estatal se ocupará de la resolución del caso. Desde la Policía Nacional no descartan que se pueda producir detenciones a corto plazo dado que el establecimiento cuenta con cámaras de seguridad que grababan el interior en el momento del robo a lo que se une que conocieran a los trabajadores.