El CD UMA Antequera inauguró ayer un curso más en la categoría de plata de la Liga Nacional de Fútbol Sala. La plantilla al completo, con quince jugadores del primer equipo y cuatro del filial, se reencontró en las instalaciones del Complejo Deportivo de la Universidad de Málaga. El presidente del club, Pedro Montiel, junto al responsable técnico, Alejandro Guerra, recibieron a todos los miembros del equipo para darles la bienvenida y explicarles tanto el papel que esperan de ellos como el funcionamiento de los distintos estamentos de la entidad. La doctora, Concepción Ruiz, también aprovechó la cita para impartir una necesaria charla informativa sobre la nueva normativa de dopaje.
A primera hora de la mañana, el nuevo grupo que entrena Manuel Luiggi Carrasco “Moli” se puso en marcha en la playa con dos horas de carrera e innumerables actividades físicas planificadas por el preparador Enrique Melero. Por la tarde, la segunda sesión de entrenamiento pasó a desarrollarse en el Pabellón Universitario, donde la pelota adquirió un mayor protagonismo. El intenso trabajo en la pista permitió al entrenador analizar la integración en el grupo de los cuatro fichajes –Alberto Baena “Cala”, Carlos Corredera, Dani Ramos y Dani Aguilera– y la evolución de los juveniles procedentes de Los Olivos.
Las palabras del entrenador nada más acabar la primera jornada de pretemporada recogieron el compromiso de aspirar a los puestos de privilegio en una liga de un nivel ecuánime. “Ya teníamos ganas todos de empezar. Ellos más, porque les gusta disfrutar con el balón por medio. El primer día ves la predisposición que tienen dentro del cansancio que puede haber al entrenar por la mañana en la playa, con esas dos horas de carrera y preparación física, y después cerca de dos horas también en la pista con balón. Son gente con muchas ganas e ilusión. A mí me han generado muy buenas sensaciones”.
Los inicios con la camiseta universitaria de las cuatro incorporaciones encontraron también una valoración por parte del míster. “A los chicos nuevos los he encontrado entusiasmados y acoplados. Lo más complicado es adaptar los sistemas e ir familiarizándose con los compañeros, pero he observado que tienen respuesta y eso es muy importante para cualquier entrenador”.
Moli insistió en el acierto de incorporar a jugadores comprometidos con la filosofía del club. “Creo que hemos acertado, algo que se verá con el tiempo, y queda reflejado en la ilusión de sus rostros. Los jugadores que han llegado son universitarios y los ‘veteranos’ jóvenes del grupo, quitando a Crispi que va a ser el capitán, cuentan con experiencia y poseen la misma alegría que los nuevos y les aportan la confianza necesaria. Hay un bloque muy compacto”.
Durante la pretemporada, el equipo camina hacia la creación de un vestuario unido en el que cada uno hallará su hueco en los esquemas tácticos del entrenador. Los amistosos permiten poner en práctica todas las directrices del entrenador y, a la vez, medir el rendimiento colectivo sin olvidar la alta carga de esfuerzos.
El próximo viernes 18, a las 20.00 horas, se iniciarán los encuentros preparatorios en Amate frente al cuadro verdiblanco. “Lo que tú haces en el entrenamiento es para reflejarlo en los partidos. Aquí es donde podemos corregir sin temor a perder puntos. Es verdad que en la pretemporada hay dos equipos de nuestra categoría, Betis e Itea, y van a ser una piedra de toque muy buena. En principio, no vamos a estar ninguno de los equipos al 100”, aunque se ven cosas que nos permiten sacar conclusiones de pequeños detalles de los chicos”.