Preso de un cúmulo de circunstancias sobrevinientes tras una segunda vuelta de competición que se está haciendo excesivamente larga en todos los aspectos el Meridiano Torcal recibía la visita de otro ilustre del balonmano nacional con ilusión de retomar el vuelo que le llevara antaño a dominar tanto las competiciones nacionales como Europa, este no era otro que un Valladolid anclado también en problemas económicos que han asolado y asolan a buena parte de los clubs de élite de este país pero que venía a Antequera con la única intención de ganar y ver completadas así sus opciones de entrar como mejor clasificado en el «play off» de ascenso a Asobal.

Enfrente un cuadro antequerano muy comprometido y necesitado de dos puntos para poner fin a esta pequeña odisea que está siendo la segunda parte de competición pero al mismo tiempo sabedor que el calendario, tres partidos por delante, no era benévolo con él porque ni pucelanos ni cántabros, la proxima semana en Santander eran rivales propicios para la consecución del objetivo antes de una previsible y agónica última jornada en casa con un salvado ya Bordils para intentar conseguir lo que durante toda la temporada se había convertido en el objetivo fundamental.

En los primeros compases, el Meridiano Antequera quiso hacer ver a su rival que no iba a ser fácil su labor de ganar en el “Argüelles”. Aunque el conjunto pucelano intentara mantener la igualdad durante los primeros minutos, el zarpazo antequerano llegó (M.10), cuando un parcial 3-0 que terminó con un 7-4, obligó a González a pedir tiempo muerto.

Las dificultades en ataque “pucelano”, motivadas por el buen trabajo en defensa y un grandísimo Villamarín en la portería condujeron a un alentador al descanso (10-9).

En la reanudación, tuvo la ocasión de tomar una delantera efímera Valladolid, sin mucha trascendencia. Los locales seguían en su línea y volvieron a la carga aumentando la renta con un equipo entregado a la causa. El 19-16 (M.48), demostraba el nivel de implicación al que se estaba jugando. Se estrecharon las diferencias al final y la emoción que no podía faltar, un día más, no fue óbice para arrancar un valioso punto.

2 Comentarios