Tampoco el parón hizo mella en la plantilla del Conservas Alsur que en su primera salida, de las dos consecutivas, que tienen que afrontar los de Lorenzo y Darío en este segmento decisivo de liga no solamente vencía en Zaratuz sino que además recortaba un punto al líder lo que demostraba, en el peor de los casos para sus rivales el firme propósito que los antequeranos poseen de a menos tener la opción de solicitar la fase de ascenso para disputarla en casa como cabecera de ese grupo perseguidor de Alcobendas donde están los más regulares de la temporada. La situación de Lanzarote era muy similar a la de los guipuzcoanos una semana antes en la que la victoria se les hacía totalmente necesaria para poder todavía albergar opciones de salvación, conocedor de ello el cuadro antequerano afrontaba este viaje a las islas con la misma ilusión que está mostrando a lo largo de toda la competición. Las bajas de Juanma Cabrera y de Dani Podadera se dejaban notar en un equipo antequerano que llevó hasta la extenuación de los nervios y la presión a los de casa que aunque comenzaron mandando, en un partido en el que los ataques parecían mandar desde el segundo inicial, si es verdad que tras el 11-9, del ecuador de ese primer acto, los antequeranos empezaron a marcar el ritmo de juego con una defensa férrea y contudente que se atragantó a los de casa que fueron perdiendo de manera paulatina el sitio en la cancha hasta irse al descanso con una renta de 13-20, que ya marcaría el devenir del choque en la reanudación. Un segundo tiempo en el que el Conservas Alsur se gustó y siguió demostrando que esa ventaja debía ser administrada, algo que lograron de manera cómoda los antequeranos que en ataque siguieron mostrándose letales con Cristóbal y Xavi Túa haciendo daño desde sus posiciones respectivas mientras que en defensa el equipo tampoco titubeó hasta alcanzar su objetivo que era la victoria, eso si ante un rival que pareció arrojar mpronto la toalla tras una segunda vuelta de campeonato naqda favorecedora para sus intereses.