La comunidad Carmelita cumple 500 años en Antequera y para celebrarlo hoy antiguos alumnos y docentes han inaugurado una exposición en el Centro Cultural Santa Clara en la que muestran, a través de más de un centenar de imágenes, los años que pasaron en el colegio. Niños de ayer que hoy con sus nietos en brazos o acompañados de sus hijos, muestran cómo eran en los años 40 los juegos en los recreos o las primeras excursiones al Nacimiento de la Villa, a pocos kilómetros de la ciudad, con un autobús que despertaba la envidia de los compañeros de otros centros.

“Joyas sobre el papel” como las califica el actual prior de la orden en Antequera, el Padre Antonio. “Las fotos han estado durante años ocultas y ahora se sacan a la luz para despertar numerosos anhelos entre aquellos que pasaron por sus aulas y hoy ya no son tan niños”, dice. Entre los alumnos, y protagonistas de algunas de esas fotos, el alcalde de la ciudad, Manuel Barón, que recuerda emocionado como sus años por este centro fueron «los mejores de su etapa educativa». El alcalde vivió allí alguna de sus glorias deportivas en sus inicios en uno de sus disciplinas favoritas. «Recuerdo como marqué el único gol en un partido de balonmano contra Maristas, fuimos a Málaga y nuestros adversarios eran gigantes perdidos por 23 a 1, después jugaron en Antequera y la gente se volcó», relata con cariño el regidor.

Las imágenes muestran desde el año 41, fotos de grupo de los distintos cursos que se han ido sucediendo. Así, relatan también las curiosas actividades que ha desarrollado el centro, algunas ya solo vivas en la memoria de los congregados ayer en la exposición, como la ‘rondalla’, una especie de tuna que formaron los niños del colegio. «Ensayaban en el patio del centro y con las canciones rondaban a las niñas, de ahí el nombre», explica el Padre Antonio.

Actualmente, el colegio cuenta con más de 700 alumnos y sigue siendo una de las instituciones educativas más antiguas de la ciudad, una gran familia, como la denominan sus integrantes, donde sigue vigente el espíritu con el que comenzó la comunidad en Antequera en 1513 de la mano de Fray Juan y Fray Agustín. «Ellos edifican una capillita que se llama de San Sebastián en las ruinas donde hoy está la iglesia del Carmen que hoy conocemos, allí están hasta la desamortización», explica el prior. Después, fue el 19 de marzo de 1939 cuando los Carmelitas vuelven a Antequera para hacerse cargo de una pequeña escuela que había en la iglesia del Carmen que después fue aumentando hasta que tuvieron que comprar una casa en la cuesta Barbacanas, actual vivienda de los Padres Carmelitas. «Pero no fue hasta 1947 cuando el padre Dionisio Nogales adquirió la Casa Palacio de los Marqueses de la Peña de los Enamorados, actual colegio desde donde realizan labores de apostolado y enseñanza», explica. Ahora quieren también con esta exposición ir recogiendo datos que den aquellos que la visiten.

Así, la historia de esta orden se sigue forjando día a día por los protagonistas del presente, sus alumnos y docentes, que continúan con su labor educadora, eso sí, adaptada a los nuevos tiempos pero conservando la ilusión y el espíritu con los que comenzaron sus fundadores hace ya medio milenio.

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