En la manifestación han celebrado la paralización de las obras de la embotelladora en Camarolos pero han dejado claro que seguirán movilizándose para garantizar el futuro del agua
Cientos de vecinos en Villanueva del Trabuco se ha movilizado este miércoles bajo el lema «el agua no se toca» con el fin de garantizar y afianzar el futuro de los recursos hídricos de la comarca a raíz del proyecto de la embotelladora de agua mineral en la Sierra de Camarolos.
Esta manifestación se suma a la ya realizada este lunes en Villanueva del Rosario-a la que acudieron más de 400 personas- y coincide con el anuncio de la paralización de las obras y cancelación del proyecto de la planta de agua privada realizado esta mañana por la empresa promotora Inversiones Domago. SL.
En la manifestación, representantes de la Plataforma en defensa del Acuífero Las Cabras-Camarolos y San Jorge y alcaldes de los municipios de la zona han destacado que la paralización del proyecto se ha conseguido gracias a la «unión de los pueblos» y han celebrado este «primer triunfo» con cautela porque han destacado que todavía queda mucho por hacer, como cerrar el expediente para que ninguna otra empresa pueda retomar el proyecto, cerrar los pozos, restablecer las zonas de las obras así como conseguir el dominio público del agua y garantizar su futuro en los pueblos porque según los vecinos, «a nosotros no hay quien nos pare».
Cyro García, uno de los promotores de la plataforma ciudadana, ha destacado que la paralización de las obras jamás hubiera sido posible sin la «unión de todos los ciudadanos y ayuntamientos de la comarca» y que esto «no va de partidos políticos ni colores, sino de defender el agua que es de todos».
Uno de los objetivos del grupo era paralizar las obras y las dos extracciones de agua, pero han querido aclarar que esto no termina hasta que «se revierta el proyecto de forma completa y legal y hagan una protección pública de los acuíferos, porque no queremos que otra empresa venga a invertir y se repita la misma historia».
Además, han reiterado que los de los 100 puestos de trabajo que prometía la empresa «es todo una mentira, porque el propio proyecto indica que son 8».
El alcalde de Iznájar, Lope Ruiz, también presente en la manifestación de Villanueva del Rosario, se ha referido a la contradicción, según su opinión, sobre la necesidad del trasvase de Iznájar a la comarca y la permisión de una planta embotelladora de agua. Además, ha hecho alusión a que se «quiere enfrentar a los territorios, cuando el agua no tiene certificado de empadronamiento, es un bien público».
El alcalde de Villanueva del Rosario, Juan González, contento pero en alerta, ha insistido en que «no nos podemos relajar, porque esto es una pequeña victoria. Tenemos que preservar el agua y garantizarla a nuestros ciudadanos» teniendo como próximo objetivo «el cierre del expediente del proyecto, la anulación de todas las licencias, se cierren los pozos y se vuelva a restablecer el entorno».
Por último, Jose María García, alcalde de Villanueva del Trabuco, ha insistido en que la extracción del agua que se iba a realizar iba a ser del mismo acuífero de donde emana agua en la Fuente de los Cien Caños, las Chocillas y la Pita, «en definitiva, agua exclusivamente destinada al abastecimiento de los ciudadanos».