Los ‘Autos locos’ es una tradición tan arraigada como especial que se celebra en muchos municipios con la llegada de días festivos. Esta experiencia, en muchas ocasiones, se conserva de generación en generación, creando bellos recuerdos y anécdotas imborrables.

Este es el caso de Cristina y sus amigos, unos vecinos de Cuevas Bajas que año tras año se preparan y esperan con anhelo la llegada de este día en el que cientos de vecinos se encuentran en las calles para dar rienda suelta a la imaginación y la diversión, pero, ¿qué son los autos locos? Puede que con el nombre ya te hagas una idea, pero va mucho más allá.

Se trata de una carrera en la que se participa con un auto customizado elaborado a mano por los participantes y con el que se recorre distintas calles del pueblo con una bajada pronunciada. En la competición no se premia únicamente al vehículo más rápido, sino al más original, conjugándose la imaginación y la velocidad en una mezcla de lo más divertida y apasionada. 

Cristina, junto a Tomás, Marisa, Samuel, Loli, Juanjo, Dani y Pablo, llevan varios años consecutivos participando. Con la llegada de la pandemia y la consecuente cancelación de la feria tuvieron que dejar el coche aparcado en casa, sin embargo, este año volvieron con más energía que nunca dispuestos a darlo todo para conseguir la victoria. 

Desde el verdadero coche de la Barbie al de la mismísima Madre de Dragones, Daenerys Targaryen. Si se trata de ‘Autos Locos’, la imaginación no tiene límite y eso es algo que Cristina conoce de sobra. “Para nosotros no es únicamente una competición, sino una tradición que vivimos y disfrutamos cada año”, explica la vecina de Cuevas Bajas añadiendo que “lo más complicado, sin duda, es el momento de la elaboración”.

Para crear uno de estos vehículos, el primer paso es la lluvia de ideas, con la que se piensa en la temática a tratar y cómo llevarlo a cabo. Esto, según Cristina, puede durar varias semanas, hasta que por fin se consigue materializar esa idea a base de mucho esfuerzo, ganas y trabajo en equipo. “Lo primero que hablamos es sobre la temática y cómo caracterizar el auto, luego pensamos en cómo trasladar esa idea a la estructura”. A ello, también se suma la búsqueda de utensilios y materiales, principalmente con elementos reciclados que “se tienen por casa”. 

“Para nosotros el primer año fue el más complicado, ya que no teníamos nada y tuvimos que armar un coche desde cero”, señala la cueveña. El grupo no está conformado por aficionados, sino que lo integran mecánicos profesionales, diseñadores, gente “creativa y forzuda” que ayudan a mover el coche de “un lado para otro” y que junto a la ayuda de “otros amigos y familiares” consiguen impulsar la idea adelante.

Todo este esfuerzo y ganas de superarse es lo que ha llevado a estos amigos a proclamarse campeones de la competición durante dos ediciones seguidas y conseguir una plata en su primera vez, eso sí, todo con un gran sigilo, ya que uno de sus trucos es mantener la intriga y discrección hasta el último momento, para generar más expectación y reclamo sobre el público que año tras año espera con ganas la llegada de la celebración.

A pesar del trabajo, la dedicación y el esfuerzo que mantienen para obtener el mejor resultado, estos veteranos participantes de los ‘Autos Locos’ saben sacar lo positivo al proceso, durante y después de la carrera. “Lo que sin duda disfrutamos de participar en la carrera año tras año es la unión que tenemos esos días, las risas y las ocurrencias de unos y de otros. 

La competición incluye tres premios en metálico: 150 euros para el primer puesto, 100 para el segundo y 50 para aquellos que queden en tercer lugar. Cristina cuenta que el dinero que han conseguido años anteriores lo han destinado al montaje del próximo año, quedando en segundo plano el aspecto económico y predominando la diversión y el ámbito festivo de la competición.

“Durante el año podemos estar con nuestros quehaceres diarios y tener menos contacto entre nosotros, pero cuando llegan estas fechas volvemos a ser una piña”, comenta Cristina, que ya espera con ilusión y ganas la vuelta de la competición el próximo año.