La Real Colegiata de Santa María transformada en la librería mágica

Monumentalidad histórica y nuevas tecnologías. Leyenda y realidad. Pasado y futuro. Antequera está viviendo una noche mágica para celebrar el primer aniversario de un hito que quedará marcado para siempre en la Historia local: la declaración del Sitio de los Dólmenes como Patrimonio Mundial de la Unesco.

Con la luz como elemento vertebrador, la cuidad se ha transformado con la caída del día. Hasta seis enclaves llaman a vecinos y visitantes para disfrutar de un ambiente único que también se vivirá este 15 de julio, fecha ya señalada en el calendario local.

Todo ellos proponen un itinerario que el espectador puede comenzar en los Jardines del Corazón de María (conocido como El Mapa), donde los árboles se han llenado de luz. En esta primera parada, de la que se puede disfrutar hasta las 01:00 horas, color y sonido se dan la mano para ofrecer una experiencia nunca antes vista en este bosque con banda sonora.

Continuando hacia el centro de Antequera, la iglesia de San Juan de Dios abre sus puertas ambas noches de forma extraordinaria, tanto por un horario que se amplía hasta las 01:30 horas como por la única iluminación de las velas que la llenan. Y prosiguiendo por calle Infante don Fernando, el patio del Ayuntamiento también invita a entrar a vecinos y visitantes para ver las sombras chinescas. Como los Dólmenes, El Torcal y la Peña de los Enamorados, este tipo de espectáculo también es Patrimonio Mundial de la Unesco y se puede disfrutar de ello en seis pases –cada 30 minutos- que han comenzado a las 22:30 horas.

Las velas también invaden el Coso Viejo para ofrecer una estampa única, acompañada esta primera noche por la música de grupo Takiq, y junto a la plaza, el Museo de la Ciudad de Antequera, que acoge en su interior su Sala Inmersiva de 360 grados, que está recreando a una visita por el paraje natural de El Torcal, hasta las 01:30 horas.

Azuelo de Nuestra Señora del Socrro de la Cuesta San Judas, rodeado de puntos de luz

Subiendo hacia el casco histórico el espectador descubre la transformación de una calle estrecha y empinada propia de Antequera, como es la cuesta de San Judas, en un espacio futurista, donde miles de punto de luz en movimiento juegan con el espacio a lo largo de la noche.

Y de las ‘street light’ al ‘videmapping’ de la Real Colegiata de Santa María la Mayor. La magia de la luz ha convertido al templo en una librería mágica, donde se recrean las leyendas del pasado, se guarda el presente y se invita a escribir el futuro.

El espectáculo -también ofrecido en seis pases, cada media hora, desde las 22:30 horas- hace un recorrido por historias conocidas por los antequeranos y otras que han trascendido las fronteras de la ciudad como la leyenda de Peña de los Enamorados, esa que habla de esa Fuente del Toro tan cercana de calle Rastro o por qué el infante don Fernando decidió conquistar la ciudad cuando “salga el sol por Antequera”. Un viaje que comienza en las estrellas y un solsticio de verano que hace único al dolmen de Menga, tanto como para hacerlo Patrimonio Mundial, y que acaba con la invitación a visitantes y vecinos a escribir su futuro.

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