Las explotaciones agrarias han sido las más perjudicadas por la granizada que azotó Antequera en septiembre. Un ejemplo de ello son tres jóvenes agricultores que se han quedado sin campaña, con pérdidas y por ahora, sin ayudas

«Nunca hemos sufrido algo así, ni siquiera habíamos escuchado de nuestros padres o abuelos que hubiese pasado algo parecido por nuestra zona». Le cogió por sorpresa, pero con suerte en ese momento no estaba en el campo. Francisco León Gámez, un joven agricultor y ganadero antequerano, todavía no se ha recuperado de la histórica granizada que azotó buena parte de Antequera a principios del mes de septiembre. Lo que no se imaginaba era todo lo que estaba por llegar.

En su caso, no solo ha echado a perder la campaña de la aceituna que iba a comenzar en octubre, sino que ha dañado la totalidad de sus olivos. Unas 100 fanegas en la pedanía de las Lagunillas que justamente había comprado este año junto con otros dos jóvenes que también se dedican al campo  «Nos ha perjudicado mucho. Habíamos pedido una hipoteca y un préstamo para hacer frente a los gastos de esta campaña». Y es que a pesar de dedicarse a otras tareas agrícolas, aseguran que tendrán que prorrogar los préstamos para poder afrontar todas las pérdidas. «El pedrisco ha caído en el peor momento. Las aceitunas que esperábamos recoger en octubre, aún no se habían llegado a madurar, por lo que el aceite que se puede extraer de ellas es mínimo», explica, pensando en cómo poder aprovecharlas. Aunque la opción más fácil era dejarlas en el suelo, finalmente decidieron contactar con una empresa de Archidona para retirarlas.

Calculan que «como mucho» en los olivos ha quedado un 20% del total de la producción, pero que igualmente tendrán que correr con todos los gastos sin obtener beneficio alguno. «Esto va a hacer que el coste de recolección sea mucho más elevado, ya que al final  se tienen que recoger todos los olivos como si tuvieran toda la producción, por lo que lo que nos paguen va a ir todo destinado a coger las aceitunas de este año», lamenta. Además, ahora tendrán que esperar dos campañas para volver a producir lo mismo.

Como ellos, dicen que son más los vecinos afectados por la granizada. «Hemos visto que todas las fincas que nos rodean  hasta llegar a Antequera han sido perjudicadas».

Ya han dado parte en la Oficina Comarcal Agraria de Antequera, así como en ASAJA, pero al ser un bien asegurable, «no nos dan muchas esperanzas de que vayamos  a recibir ayuda alguna».

Nadie se esperaba que ocurriera  un fenómeno de tal calibre, por lo que les pilló sin seguro. «De aquí en adelante habrá que tenerlo. La única esperanza que nos queda es que lo declaren zona catastrófica y den alguna ayuda especial en este caso», confían esperanzados. Por eso hacen un llamamiento a los responsables políticos para que adopten medidas como rebajas fiscales o  préstamos sin intereses durante algunos años. «Es muy costoso para los jóvenes hoy en día incorporarse en el mundo rural, y más hacer inversiones. Con esta tragedia que hemos vivido, nos costará salir adelante sin ninguna ayuda».

Según el presidente de Asaja Málaga, Baldomero Bellido, los daños todavía se están  cuantificando, ya que en muchos casos los olivos han resultado heridos, por lo que podrían ser atacados por hongos y bacterias que afectarían al cultivo en años venideros e incluso pudiendo llegar a secarse debido a la drástica disminución de la temperatura en aquellas zonas donde el granizo apretó con más intensidad.

El presidente de la cooperativa olivarera de Campillos, Benito Avilés, explica que una vez que el fruto está dañado, es muy difícil que sirva para aceituna de mesa, porque además tienen que ser una cantidad de kilos según los cupos que tienen establecidos los socios en las cooperativas.

En otros casos puede servir para aceite, aunque la poda del olivar de verdeo es totalmente diferente en forma e inversión a la de aceite. “Te has gastado un dinero pensando que ibas a conseguir más tamaño, calidad y calibre en la aceituna para mesa, pero si por un fenómeno como este las dejas para aceite, al final perderían un poco el valor que tú tenías pensado desde el principio”.

La granizada afectó a las explotaciones agrarias al suroeste de Antequera y municipios como Fuente de Piedra, Humilladero, parte de Campillos, Sierra de Yeguas y Alameda.