Alberto Castro, intentando abrirse paso en la defensa rival

Tras solventar sus dos últimos partidos en casa con éxito, el Conservas Alsur iniciaba en Gijón sus salidas en la segunda vuelta y lo hacía midiéndose a un rival cuya puesto en la clasificación no reflejaba en absoluto la calidad y el nivel de un conjunto como el Grupo Covadonga con jugadores expertos y de Asobal como el ex Jorge Martínez, Carlos Prendes o Víctor Álvarez, al que las circunstancias de la competición estaban envolviendo en un bucle al que le estaba costando salir. Afianzado como protagonista de esa pareja de lujo que lidera el grupo junto a Alcobendas los antequeranos viajaban en otro de esos desplazamientos maratonianos dispuestos a no dejar escapar dos puntos vitales, como todos los que quedan en liga de cara a seguir aferrado a esa posibilidad o a ese sueño que cada día va adquiriendo más fundamento como es el de jugar en el peor de los casos la fase de ascenso a Asobal, hecho impensable a todas luces hace solamente cinco meses. Los nervios y errores ofensivos en los primeros compases de encuentro en los de casa no fueron desaprovechados por los antequeranos que condujeron rápidamente el marcador a un 2-5, que de todos modos pronto se vio truncado, entre otras cuestiones por el protagonismo en portería de Jorge Martínez. Un 5-0, de parcial local llevó al partido hasta un 7-5, que tampoco preocupó en exceso al banquillo de Lorenzo y Darío. El choque se manrtuvo muy equilibrado a partir de ese momento con el dato anhécdotico de que Dani Podadera se estrenaba también en cuenta goleadora. Tras el 12-12, del descanso la salida a ritmo letal de los asturianos les concedió un parcial de cuatro a cero, con el que ya supieron manejar toda la segunda mitad y jugar en todo momento en función del marcador ya también del cronómetro. Ya en el último tercio de periodo los de casa aprovecharon para poner la máxima renta en el luminoso 23-17, y dejar el partido visto para sentencia sumando dos puntos muy preciados para su futuro en liga.

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