El Antequera C.F. se reencuentra con la victoria y golea a El Rincón (3-0)

Dos derrotas y dos empates consecutivos habían dejado tocado en dos semanas la imagen y sobre todo en futuro en liga de un Antequera C.F. que se vio sometido en Motril a una dura y cruda muestra de realidad que especialmente significaban alejarse de los puestos que dan origen al «play off» y lo casi más urgente y necesario recuperar la confianza de un grupo sabedor de que la consabida crisis que cada equipo atraviesa a lo largo de una temporada también posee fecha de caducidad y en ese intento los de Aybar buscaban ante el Rincón y de vuelta a casa redimirse de sus «pecados» y volver a mostrar la mejor cara de un equipo con ambición y objetivos para el que no cabían ya más titubeos por lo que la victoria no era necesaria sino vital justo antes de volver a medir sus fuerzas ante los grandes del grupo que le preceden en la tabla. La titularidad de Javi Del Moral en detrimento de Juanfri o Wojcik, no covocado, tuvo un papel decisivo en el partido, prácticamente, a las primeras de cambio y en la primera aproximación local después de un balón servido desde la banda por Eloy y que el ex lojeño sobre la cal del área pequeña envió, libre de marcaje, al fondo de las mallas (M.5). El Rincón apareció e contadas ocasiones pero si es cierto que al cuarto de hora Pepe Capitan la tuvo de cabeza pero Soto estuvo providencial a la hora de sacar el remate junto a la salida de Luisma. En todo caso la posible respuesta del cuadro visitante quedó en entredicho justo y cuando una galopada por banda de Juanjo habilitó a Eloy para que este no perdonara ante Javi y hacer así el segudo de la tarde (M.26). Este gol si que fue un mazazo para el Rincón que trato de tener el balón pero le costaba una enormidad llegar con criterio y sobre todo finiquitar ante Luisma. Para colmo de males y en los primeros compases de la segunda mitad un doble error de Javi y de su zaga tras un centro desde la izquierda permitieron a Toni Conejo, desde el interior del área, cruzar lejos del alcance del meta del Rincón (M.48). A partir de ese momento el partido perdió su interés y bajo la consigna del quiero y no puedo del cuadro visitante que se vio impotente para tratar de vulnerar un medio de campo local que se las bastó para hacer pasar los minutos sin recibir ocasiones de gol y así poder certificar el cómodo triunfo.