Volviendo a apurar sus opciones matemáticas hasta el límite y a falta de tres jornadas el Antequera C.F. recibía al Alhaurín de La Torre en su penúltimo choque en casa en uno de esos partidos en los que las huestes de Aybar sólo tenían un ineludible objetivo que pasaba por aquello de continuar teniendo buenas sensaciones y poder ofrecer a la parroquia ese juego que en buena medida propiciara terminar la liga en el puesto más elevado posible lo que al mismo tiempo significaría un acicate y plus de incentivo con el que predisponerse a la continuidad de un proyecto ya confirnado para la venidera temporada.

El choque ante el once alhaurino tuvo desde el principio la dificultad de un rival que asentado atrás y bien armado desde posiciones retrasadas impedía, con sus armas, que su rival desplegara la mejor versión de su juego en el centro del campo. En todo caso el partido era de claro signo antequeranista, como prueba de ello un activo Óscar Herrera asistía a Toni Conejo para que este de cabeza estuviera cerca de hacer el primero (M.25). de igual forma Víctor Rueda probaba fortuna con un lanzamiento con la diestra queWicklund atenazó muy cerca de rebasar la línea de gol (M.30).

Sin goles pero con la convicción de poder hacerlo se iniciaba un segundo acto en el que una jugada individual de Óscar terminaba con un lanzamiento muy arriba (M.51), aunque a renglón seguido una combinación del propio Óscar con Luis, permitió a Juanillo, que seguía la jugada, rematar desde casi la línea de gol para romper la igualada (M.55).

Aybar dio entrada a Coco, que volvía tras su lesión, siguiendo el partido con la dinámica de un once local más metido en el partido que sólo volvió a encontrar el camino de la tranquilidad en el descuento a través de Juanillo.