No puede volar ni atravesar pareces como David Copperfield pero en toda España no hay quien lo supere con las cartas. Luis Olmedo se ha proclamado como el mejor mago de cartas a sus 25 años en el XXXIII Congreso Mágico Nacional, que se celebra dos años consecutivos para descansar uno. Dejó a todos los presentes boquiabiertos con un número de cartomagia que ha ensayado durante cuatro años.

Olmedo, jugador del Balonmano Torcal durante catorce años, lleva siete metido en el mundo de la magia que ha ido conociendo de forma autodidacta. No ha estudiado en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, pero desde 2008 forma parte de la Sociedad Círculo de Ilusionistas Malagueños, en la que señala «se cuentan muchos secretillos y trucos».

El tronista de los magos de cartas de España, licenciado en Comunicación Audiovisual, recuerda que siempre le apasionó la magia, aunque quiso ser guionista o locutor de radio. «No fue hasta la facultad cuando a través de un amigo comencé a aprender», explica. Asimismo, este joven mago asegura que los juegos de cartas y el ilusionismo comenzaron siendo un hobby, pero se han convertido en un sueño: «Me encantaría dedicarme a esto y este premio no deja de ser un pasito más». «Para mí la magia es una forma de transmitir emociones, de transmitir cosas que pienso. Me lo paso bien cuando la gente se lo pasa bien conmigo» declara el joven mago.

En sus espectáculos, las cartas son el centro de todas las miradas, sin embargo la desaparición de objetos, los juegos de cuerda o las predicciones son otras de sus habilidades. Antes de salir al escenario para relajarse siempre escucha Battery de Metálica.

Un premio que abre puertas
Luis Olmedo se muestra modesto por el premio nacional recibido: «En el mismo concurso había gente que lo podría haber ganado perfectamente. No quiere decir que sea el mejor mago de España, lo que pasa es que en un momento concreto y para un jurado x, gustó más lo que yo presenté».

El joven mago recuerda una anécdota ocurrida la noche del Congreso: «El trofeo cayó al suelo pero solo es un trofeo que en ese momento se disfrutó mucho». «El objetivo era intentar conseguir un escaparate, pero la premisa no era ser mejor que nadie, ni intentar ser superior sino simplemente hacer lo que me gusta» dice Olmedo.

El Harry Potter antequerano trabaja en animación web y maquetación y es amante de la música y la literatura. De hecho, de vez en cuando para relajarse escribe relatos. El premio adquirido en el Congreso Mágico Nacional en Cáceres le ha abierto las puertas para viajar casi todos los fines de semana por Andalucía, Ciudad Real, Zamora o Madrid y mostrar su destreza con la baraja.

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