Conferencia de Antonio Alcaide este jueves

El próximo jueves 19 de abril a las siete y media de la tarde en el Museo de Arte de Diputación, MAD, tendrá lugar la conferencia titulada ‘La utilidad de la “inútil” investigación académica. Del colesterol al ibuprofeno’, a cargo de Antonio Alcaide García, Doctor en Ciencias (Bioquímica) por la Universidad Complutense, Docteur-es-Sciences Physiques (Chimie Biologique) por la Universidad de París, Investigador y Profesor Universitario en el Centre Nacional de la Recherche Scientifique (Francia), DREXEL University (USA) y Alcalá de Henares (España) y Académico Numerario de la Sección de Ciencias de la Real Academia de Antequera.

«Leía yo el libro escrito por Nuccio Ordine “La utilidad de lo inútil”. Se refería el autor a la útil inutilidad de los conocimientos humanísticos. El título general de la segunda parte no puede ser más atractivo: ‘La Universidad-Empresa y los Estudiantes-Clientes’. Y me vino a la memoria el afán de nuestros estudiantes por demostrar los beneficios del trabajo que hacen, por ejemplo, en sus tesis doctorales. Y recuerdo cuando, entusiasmado por mis trabajos relacionados con la biosíntesis del colesterol y otros esteroles, me preguntaban mis amigos franceses no investigadores: À quoi ça sert? (Y eso, para qué sirve). Siempre respondía lo mismo: Con mis trabajos, trato de colaborar a hacer avanzar el conocimiento. Así transcurrieron muchos años de mi vida científica: tratando de hacer avanzar el conocimiento», asegura el conferenciante.

Alcaide investigó en los años 60 el colesterol y sus campos afines como los ácidos grasos y otros ácidos relacionados como el ácido araquidónico, precursor de la prostaglandina E1 (PGE1). «Pues bien, los conocimientos acumulados durante años en estos dos campos, colesterol y ácido araquidónico, además de hacer avanzar el conocimiento, dieron al final sus beneficios en términos socioeconómicos», asegura.

En el caso de muchos pacientes, los conocimientos en el campo del colesterol condujeron al diseño de las ‘estatinas’, moléculas que permiten reducir los niveles de colesterol cuando están alterados. Las prostaglandinas, por otra parte, abrieron el paso a los llamados AINES (antiinflamatorios no esteroideos). Avances sobre los que reposan los tratamientos de millones y millones de pacientes. «Expondré en esta conferencia mi trabajo silencioso durante largos años colaborando con otros grupos de investigación a hacer avanzar el conocimiento y los beneficios que han surgido de ese trabajo silencioso e ilusionante», finaliza.