El Paseo Real durante la salida procesional de regreso a su templo

Miles de personas arroparon ayer en Antequera al Señor de la Salud y de las Aguas, su Patrón, en su día grande, que celebraba los 350 años de devoción con una jornada completa procesional y de cultos a esta sagrada imagen.

A las once de la mañana, y con un sol radiante, comenzó su salida procesional desde su templo, la Iglesia de San Juan, recorriendo calle Calzada, Diego Ponce y Puerta de Estepa hasta llegar al Paseo Real, donde la imagen fue dejada durante la jornada bajo una carpa, para proteger a la imagen debido a la probabilidad de lluvia.

Cientos de vecinos se acercaron durante todo el día hasta el Paseo Real para visitar al Santísimo Cristo y contemplar una de las novedades de este año, que ha sido la recuperación de una ráfaga de plata que ha realizado el orfebre antequerano José Manuel Cantos.

Ya por la tarde, a las cinco, los Jóvenes Cofrades de Antequera realizaron el rezo del Vía Lucis en torno al Patrón de la ciudad en el Paseo Real. A continuación, tuvo lugar la Solemne Función Religiosa durante la que comenzaban a caer las primeras gotas de lluvia. Estuvo presidida por el Obispo de la Diócesis de Málaga, D. Jesús Catalá, y contó con el acompañamiento musical de miembros de la Banda de Música de las Angustias de Campillos, así como componentes de la Compañía Lírica Andaluza y el organista de la Catedral, entre otros.

Tras la Eucaristía Patronal del Señor de la Salud y de las Aguas, sobre las nueve de la noche, el Señor de Antequera continuaba con su procesión de regreso hasta su templo parroquial, que peligró en numerosos momentos por la lluvia. Ya de regreso sobre la medianoche, tuvo lugar una quema de bengalas antes de su encierro para conmemorar estos 350 años de devoción al Santísimo Cristo de la Salud y de las Aguas de Antequera.