Había temor al frío y a la lluvia, pero aunque las temperaturas estuvieron bajas, los vecinos de Humilladero no dudaron en salir en la noche del sábado 1 de febrero a la calle para celebrar en su barrio la tradicional fiesta de la Candelaria. El purificador fuego, amigos, familias y barbacoas. Con estos elementos fue mucho el público que no faltó en esta tradición con seis grandes hogueras repartidas por los barrios de Humilladero.

Los vecinos participaron en esta fiesta de la purificación por medio del fuego compartiendo vivencias y anécdotas e incluso atreviéndose con algunas canciones populares tradicionales en este tipo de reuniones.

Hubo algunas hogueras de carácter especial, como la del barrio de las Malvinas. Allí hace años se hacía una verbena y para este año se unieron los que son hijos de todos aquellos impulsores de la verbena original para rememorarla en torno a una candela.

También se celebró la que quizás fue hoguera más grande en el Parque Romero organizada por una asociación, aunque también hubo candelas ardiendo en calle Piedras de Rebanás, en La Casería y en el barrio de La Realenga. No faltó la participación del alcalde en funciones, Epi Alarcón, y otros concejales.

El Ayuntamiento revisó previamente el montaje de las hogueras por la seguridad. Desde el equipo de Gobierno y la concejalía de Festejos se ha intentado revitalizar esta fiesta y en las semanas previas abrió una consulta pública donde se contemplaba cambiar la celebración a una hoguera única para todo el pueblo, pero finalmente el pueblo decidió mantenarla por barrios. No se equivocaron.

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