El centro de innovación social La Noria de la Diputación de Málaga, junto a Circula y Fundación «la Caixa» ha realizado dos huertos urbanos en los municipios de Riogordo y Casabermeja adaptados a personas mayores para mejorar su bienestar y envejecimiento activo. La iniciativa se enmarca en el convenio de colaboración entre la Diputación de Málaga y la Fundación «la Caixa».

Desde su puesta en marcha en abril, veinte familias han formado parte del proyecto que ha promovido las relaciones intergeneracionales implicándose en la agricultura urbana recreativa y accesible. Un total de diecisiete mesas de cultivo en altura permiten a la población de los municipios cultivar verduras, especialmente de hoja (lechugas, acelgas, espinacas, rúcula…) así como hierbas aromáticas, zanahorias, rabanillas o crucíferas como coliflor o brócoli.

La vicepresidenta segunda y diputada de Innovación Social y Despoblamiento, Natacha Rivas, ha visitado el huerto urbano de Riogordo y ha señalado la importancia de «trabajar en iniciativas que mejoren la calidad de vida de las personas mayores impulsando la economía plateada; además, al mismo tiempo hemos trabajado la economía circular, reutilizando materiales y alargando el ciclo de vida de los productos». También han participado en la visita el representante de la cooperativa Circula, Juanma Alonso, y el acalde del Ayuntamiento de Riogordo, Antonio Alés.

El proyecto ‘Reciclados, Plateados y Verdes’ ha buscado crear un espacio recreativo y de ocio al aire libre destinado a personas mayores que, además, les permite realizar un ejercicio físico moderado y al mismo tiempo obtener alimentos saludables para su autoconsumo.

Los huertos urbanos se encuentran situados en el recinto del Colegio Público Ntra. Sra. de Gracia en Riogordo, y en el vivero municipio en el polígono industrial en Casabermeja. Ambos huertos urbanos pasan a ser de titularidad municipal, quedando las mesas de cultivo construidas por el proyecto a disposición de los respectivos ayuntamientos que mantendrán en funcionamiento los mismos.

La cooperativa sin ánimo de lucro, Circula, especializada en economía circular, ha sido la encargada del desarrollo del proyecto y de la construcción y carpintería de las mesas de cultivo hechas de madera reciclada cedidas por empresas malagueñas.

Entre los objetivos del proyecto destacan, además de la creación de los huertos urbanos y el autoconsumo de los alimentos cultivados, la lucha contra el cambio climático reduciendo la emisión de gases nocivos procedente del sector de la alimentación, uno de los más contaminantes respecto a la emisión de gases de efecto invernadero. Asimismo, reduce la basura y envoltorios de plásticos, aumenta el consumo de alimentos vegetales y disminuye el consumo de productos con alto contenido en grasas y azúcares.