Esta vecina de Casabermeja pide ayuda para poder buscar un nuevo tratamiento y alternativas que le permitan luchar contra el cáncer metastásico que padece

A Juana Flores, una vecina muy querida en Casabermeja, siempre le apasionó explorar el mundo, llevando su compromiso con el medio ambiente por bandera. No muchos pueden decir que hayan navegado por el Atlántico cinco veces, haciendo tres cuartas partes del camino surcando el océano y cruzando el mapa en bicicleta.

A través de su canal de YouTube, esta joven aventurera y masajista shiatsu narraba las peripecias y detalles de cada rincón escondido, siempre con su fiel compañera, Hannah, a la que conoció en Nueva Zelanda y cuya relación podría ser el fiel reflejo de un cuento de hadas. Su amor surgió mientras Juana esperaba el fin de la temporada de huracanes pedaleando la isla. Hannah, por su parte, llevaba por la ciudad su proyecto de arte. Pese a que iban en direcciones opuestas, sus caminos estaban destinados a encontrarse, unión y amor que se forjaría con su boda en octubre de 2021.

Sin embargo, dos semanas después del enlace, el mundo de Juana se paralizó. «Su abdomen comenzó a hincharse, no podía comer mucho y le costaba caminar. Perdió 10 kilos de peso», relata Hannah. Este sería el comienzo de la odisea.

Juana visitó el hospital en varias ocasiones, pero solo recibió diagnósticos erróneos. «Hace unos años tuve un dolor en el costado, fui al hospital pero no me hicieron nada, simplemente me mandaron de vuelta a casa con un paracetamol», relata la malagueña. Historia que se repetiría más adelante, con el mismo desenlace. «En noviembre del año pasado volví a sentir ese dolor y me informaron sobre un quiste en los ovarios que no era cancerígeno», pero durante la operación, el cirujano descubrió que su abdomen estaba lleno de ascitis y cáncer avanzado en sus ovarios, vagina, intestino y peritoneo, siendo un cáncer colorrectal en estado 4 incurable e inoperable. A todo ello se sumó la ola de ómicron que trajo consigo soledad e incertidumbre, ya que Juana tuvo que pasar el proceso sola, sin la compañía de Hannah.

A partir de ese momento, comienza la lucha incansable de Juana por aferrarse a la vida. En febrero de 2022 comenzó un tratamiento de quimioterapia, el cual redujo el tumor casi a la mitad, pero la quimio dejó de funcionar y las células se volvieron más resistentes. Por ello, esta vecina de Casabermeja pide ayuda y colaboración ciudadana para poder encontrar una cura que le permita seguir disfrutando de la vida. A través de una campaña de crowdfunding (https://gofund.me/ac49ea93), Juana espera poder recaudar dinero y encontrar un nuevo tratamiento.

Juana, que dedicaba su vida ayudando a través de varias ONG en todo el mundo, ahora necesita el apoyo necesario para seguir viviendo. Eso sí, sin olvidar su servicio hacia los demás, queriendo concienciar sobre la importancia de un diagnóstico temprano en los pacientes más jóvenes que no se ajustan al perfil típico de cáncer colorrectal. Ahora, solo queda seguir avanzando, pero no está sola. A Juana la acompaña hasta la meta su familia, amigos y su pueblo natal, Casabermeja. Los vecinos de este pueblo de Málaga no han dudado ni un momento en sumarse a la campaña para ayudar a su paisana, siendo, una vez más, ejemplo de solidaridad.