Grandes alfombras diseñadas por los vecinos y hechas con sal, serrín, pintura o flores han homenajeado el día grande del municipio a la vez que la labor de los profesionales durante la pandemia

El Día del Corpus Christi no pasó desapercibido en Casabermeja, que desde primera hora de la mañana del domingo lució por sus calles grandes, coloridas y originales alfombras personalizadas por sus vecinos y hechas de flores, sal, serrín o pintura.

A pesar de la ausencia de procesiones por motivos de salud y prevención, el pueblo ha querido así honrar su fiesta más importante y conocida de la provincia para «recordar que estamos viendo la luz al final del túnel», indicaron desde el Consistorio. Y es que los diseños hacen honor también a todos los profesionales sanitarios, fuerzas y cuerpos de seguridad, etc. que han estado «al pie del cañón» durante la pandemia.

El Ayuntamiento agradeció la labor de los servicios operativos y del grupo de voluntarios que hicieron posible volver a revivir la esencia del Corpus después de semanas de trabajo, así como a todos los vecinos que participaron para hacer de este día «lo que es, el día grande de nuestro pueblo».