Los jóvenes buscan poder tener un futuro y un proyecto vital de vida en su pueblo
«Quiero trabajar y vivir en mi pueblo». Este es el deseo de José Luis de la Torre, cueveño de 23 años que está luchando por tener un futuro en su municipio de algo más de mil habitantes: Cuevas Bajas, situado en la sierra nororiental de Málaga. Actualmente no solo trabaja de autónomo como fotógrafo y videógrafo, sino que ha impulsado, junto con más chavales, la creación de la asociación juvenil ‘Los Moraos’, denominación que hace honor al cultivo estrella y la fiesta más singular del municipio, la zanahoria ‘morá’. Como él, son muchos los jóvenes que quieren crear un proyecto vital en su tierra donde además puedan tener alternativas de ocio y desarrollar otras actividades más atractivas «que no sean las de siempre».
Tras años de trámites burocráticos, el año pasado formalizaron la asociación, pero fue solo hace unas semanas cuando dieron el pistoletazo de salida, aunque confiesan no haber «arrancado» del todo debido a la pandemia. «Ya tenemos actividades en mente y estamos trabajando en el diseño del logo pero todavía no estamos activos al cien por cien debido al aumento de casos de contagios de los últimos días».
Sus objetivos principales son unir a los jóvenes de Cuevas Bajas, crear actividades de ocio alternativo y fomentar la participación de la juventud en el entorno rural.
«La mayoría de los jóvenes que terminan sus estudios buscan trabajo fuera y no lo intentan en el pueblo. Queremos cambiar la mentalidad para dejar atrás las excusas de que el pueblo es muy pequeño o no hay nada. Realmente la situación puede cambiar si nos involucramos». Como otros tantos amigos, De la Torre cuenta que se inspiró por el «espíritu» de Pablo Gordillo, otro joven que hace más de 5 años abrió una clínica de psicología en el pueblo «con la dificultad que conlleva en una localidad tan pequeña», convirtiéndose así en precursor de la asociación ‘Los Moraos’.
Por otro lado, el Ayuntamiento de la localidad también ha celebrado la constitución de la asociación y ya ha puesto a su disposición todos los medios que necesiten en cuanto a dinero, instalaciones y equipamiento. «Nos dicen que se quiebran mucho la cabeza a la hora de planificar y hacer actividades para los jóvenes y que luego no acuden».
En muchos casos estas situaciones se producen porque los adultos no aciertan del todo o los jóvenes no se sienten identificados «y ahí está la clave». Es por ello que desde ‘Los Moraos’ ven una gran oportunidad para que sean los jóvenes quienes diseñen sus propias actividades con el fin de ponerlas en común con los demás a través de la asociación. «Mucha gente tiene buenas ideas en su cabeza y cree que no es importante compartirlas, pero cuando nos juntamos todos se demuestra que tenemos más cosas en común de las que parece».
Actualmente la asociación cuenta con una veintena de socios. Es por ello que hacen un llamamiento a todos los jóvenes mayores de 14 años de toda la comarca y pueblos de alrededor para que se unan. «Aunque seamos un pueblo pequeño, no hay que pensar en solitario, sino también en todo lo que hay alrededor y nuestro entorno, como son los demás municipios. Si juntas a toda la población de los pueblos, se puede crear un gran proyecto vital y de trabajo».